Miguel Ángel Aguilar no entiende las quejas del PP respecto a TVE. Para el histórico columnista de Prisa los ‘populares’ se quejan de vicio. «Su única preocupación fue el minutaje dedicado a los congresos del PSOE y del PP en Sevilla», escribe este 6 de marzo de 2012 en el diario El País sin preocuparle que la cadena que pagan todos los españoles convierta sus informativos en un ‘Aló Presidente’ en honor a Rubalcaba –Y después de RTVE, ¿qué?-.
Para Aguilar el problema que tiene RTVE no es el despilfarro de nuestros impuestos sino -ajústense los cinturones- «la insolencia de María Dolores de Cospedal con Ana Pastor en Los Desayunos de TVE y la actitud de las diputadas y senadoras del PP en la Comisión de Control así lo anticipan».
El columnista de El País se rinde ante la gestión de Zapatero en RTVE y suelta las siguientes perlas cultivadas, entre ellas que el PP hace el recorte para cargarse directamente la Corporación:
Ahora que todo son reparos a la herencia recibida, es buen momento de hacer un reconocimiento al presidente socialista, José Luis Rodríguez Zapatero, porque cumplió su promesa de desgubernamentalizar RTVE. Una tarea que quienes le precedieron en La Moncloa habían dejado pendiente para mejor ocasión.
Se ponía fin a la manipulación de RTVE, se depuraba la dieta mediática de los españoles que recibían estímulos críticos más necesarios aún en momentos difíciles. Pero todo indica que se quiere acabar con tanta osadía mediante un recorte presupuestario que conduzca a la ruina, una vez descartada la antigua docilidad.
El problema de RTVE, insiste Aguilar, es el PP. Hay que recordarle solo a modo de ejemplo que a cinco días de las elecciones del pasado 20-N, el teletexto de TVE daba ganador al PSOE en las urnas; con el 89% de los votos escrutados, el PSOE lograba 166 diputados, frente a los 108 del PP, y el partido Anticapitalista se convertía en la tercera fuerza más votada, con 18 escaños.
Sin embargo, para Aguilar el problema es el sectarismo atroz, «de Canal 9 valenciano en cabeza, dispuesto a esquivar cualquier referencia a Gürtel».
Para limpiezas ideológicas, las de Fran Llorente: debería recordar Aguilar que uno de los primeros ceses tras su aterrizaje fue el de Vicente Gil Lázaro, hermano del político popular Ignacio Gil Lázaro. Su llegada al Canal 24 horas de TVE se había producido en el contexto del nacimiento de este nuevo formato televisivo, en 1997, y después de que muchos de los presentadores de la casa rechazasen encargarse de este canal.
Así lo señalaba La Gaceta: —TVE, dominada por la izquierda—
Su vinculación política pesó más que su valía profesional y se convirtió en una de las primeras víctimas de la llegada de Fran Llorente, con la complicidad de Carmen Caffarel, entonces directora general de RTVE. En los días previos a su cese, que se llevó a cabo por la vía de la no renovación de su contrato, “Gil Lázaro tenía la seguridad de que su cabeza rodaría por motivos ideológicos o, más aún, por su apellido”, explica un testigo de su despedida. “Su cese era el primer trofeo de Llorente para tener contentos a los suyos”, añade.
