Mariano Rajoy tiene sobre la mesa un informe confidencial denominado ‘Proyecto CITIZEN’ que toma su nombre de la innovadora idea de devolver la Corporación a sus verdaderos accionistas: los ciudadanos que la mantienen con sus impuestos.
El proyecto, avalado por un nutrido y multidisciplinar grupo de expertos –que incluye hasta españoles trabajando hoy en Silicon Valley– «ha pasado de mano en mano en Moncloa», según cuentan a PD fuentes internas de RTVE.
Sus 75 folios pueden resumirse en tres palabras: honradez, management y transparencia, tres pilares de una gestión eficiente que hoy brillan por su ausencia en la cadena pública.
«Lo revolucionario de Proyecto CITIZEN es que desafía al ‘status-quo’ que impera en la Corporación, cuida hasta la última peseta del presupuesto y eso, como es lógico, asusta a los políticos», cuenta una fuente que tuvo acceso al documento.
El caos lo devora todo hoy en RTVE. Pongamos un ejemplo revelador que destapa el Proyecto CITIZEN:
«TVE cuenta con 25 unidades móviles para realizar coberturas pero solo con dos equipos de operarios para abordarlas, por esa razón sale más barato externalizar esa cobertura que utilizar la propia. Con un presupuesto anual de 1200 millones de euros antes de los recortes y 6500 trabajadores en plantilla esto es una afrenta a los contribuyentes»
Pero el Proyecto CITIZEN no se queda solo en atajar el despilfarro y sanear las cuentas de la Corporación. Su misión va mucho más allá y aborda, por ejemplo, el controvertido tema de la propiedad intelectual, donde el surrealismo y la sinrazón se han impuesto en los despachos de los consultores jurídicos de RTVE:
«Es una locura que una serie como ‘Aguila Roja’ la financie TVE y que la cadena pública no reciba ni un euro de los derechos de su comercialización en el exterior»
El equipo de profesionales que ha trabajado en el documento –expertos sin servidumbres audiovisuales ni políticas de ningún tipo– apuestan por dos cuestiones fundamentales que entroncan de lleno con la hoja de ruta del Gobierno Rajoy: recuperar la marca España y poner enfásis en la excelencia de la gestión.
«TVE sigue empantanada en una gestión propia de los años ‘60 donde el dinero público se va por el sumidero sin ningún cargo de conciencia para el político de turno».
Si de algo no podrá quejarse el próximo presidente de la Corporación es de no tener un plan de saneamiento para acabar con el hedor a corruptelas que emana de los despachos de RTVE. Lo tiene Rajoy en su despacho.