Pose estudiada, la misma que le hemos visto innumerables veces en el ‘¡Hola! aunque sin photoshop de por medio. Pecho para fuera, piernas cruzadas, vestido rojo entalladísimo y pijerio a mansalva -o mucha tontería, según se mire-. Ana Obregón protagonizó ayer lunes 19 de junio quizá una de las entrevistas más soporíferas que se recuerdan en televisión. Entre recomendaciones de su reciente autobiografía, las preguntas descafeinadas que le hicieron muchos de sus amigos (Jorge Cadaval, Belinda Washington o Ramón García) y lo poco que se mojó en las cuestiones ‘delicadas’ que le formularon (el año horribilis del Rey, la línea de crédito o rescate del Gobierno de Rajoy, o los negocios inmobiliarios de su padre y su colaboración en la crisis del ladrillo), hubo muchos espectadores que perdieron la paciencia.
Algunos de ellos se desahogaron a través de Twitter. Criticaron con dureza a TVE por elegir a Obregón y situar a la bióloga a la altura de otros invitados (Mario Vargas LLosa, Serrat, Sabina o Cayetano Rivera) que han desfilado por los estudios Buñuel en el que se hace el programa.
Estos son algunos de los mensajes más llamativos que se enviaron vía Twitter y que convirtieron a Obregón en trending topic:
@kurioso Lo siento por @julia_otero pero creo que en España hay 46.999.999 personas más interesantes para entrevistar hoy que Ana Obregón…
@NataliaPastor El nivel del programa de @julia_otero sube por momentos… Después de Ana Obregón, los siguientes serán Falete y Belén Esteban
@VloggingVictor Ayer ví una cosa que me puso de mala leche. Mucho. Ana Obregón en Entrevista a la carta. Después de Vargas Llosa. Qué triste.
@analistatv Lunes: un prime time dedicado a Ana Garcia Obregon. TVE sin rumbo y sin criterio. El recorte no justifica tal degradacion de los contenidos
Entre las pocas fases interesantes de la entrevista estuvieron los intentos de Otero de picar a Obregón para que diese algún que otro titular y el encuentro se saliese de lo corriente.
«Yo no me creía que fueses la segunda de tu promoción en Biología pero me trajiste tu licenciatura para comprobarlo.»
«Te confieso una cosa Ana, yo pensaba que hoy ibas a venir tapada para hacer la ‘Entrevista a la carta’ pero me he llevado un chasco»
Obregón encajó los golpes con humor y admitió que nunca «va discreta» y la única vez que iba así «fue por casualidad en una cena con el Príncipe Alberto de Mónaco». Otra que preguntó con muy mala leche fue Marina Castaño, la viuda de Camilo José Cela:
Por esas casualidades de la vida, una cuñada mía fue compañera tuya en la Autonóma en la facultad de ciencias biológicas. Ella siempre dijo que eras una chica brillante, que eras buena estudiante y que sacabas unas notas magníficas. Me llama la atención que en vez de haberte dedicado a tu carrera universitaria te hayas disipado un poco por la vida. ¿Qué pasó con eso?
Pero el momento verdaderamente cargado de tensión fue la ‘no-pregunta’ de Carmen Rigalt. Obregón se negó a escuchar la cuestión que tenía preparada la columnista de El Mundo y dio la siguiente explicación al respecto:
Carmen siempre me tira de las orejas, siempre. Es muy dura conmigo. No sé por qué porque yo la admiro muchísimo.