ENTREVISTA PD/ La catalana presenta 'La colaboradora', su segunda novela (Ed. Espasa)

Empar Moliner: «Sé que muchos premios literarios son un fraude porque a mí me ofrecieron uno»

"Cuando me compro un periódico o miro una tele lo primero que pienso es ¿quién paga esto?"

Todas las cosas trágicas tienen un punto cómico siempre y cuando seas tú el que se burla de ti.

La colaboradora es el relato de una mujer, separada y con una hija, que trabaja como escritora en la sombra. A través del encargo de un libro sobre la Guerra Civil, Moliner dibuja una trama con personajes muy trenzados que ilustran (con su particular mirada crítica) el mundo editorial.

«Cuando digo a lo que me dedico (cuando lo digo fuera del sector editorial) es cómo si dijera «detective privado» o «forense». Todo el mundo exclama «Ah, sí?» con interés muy sincero. Si se lo digo a alguien del sector editorial (un editor, un escritor que no publique en la multinacional donde trabajo en régimen de autónoma) me miran con desprecio.

«No soy una negra con aureola, no soy la negra de un novelista famoso, ni la que redacta los discursos a un político. No, no. Hacer esto, de alguna manera, ahora todo el mundo lo encuentra romántico. Incluso conozco a algún escritor joven de estos con patillas y cara de desolación (de estos que escriben libros que llevan por título el nombre y apellido de una mujer) que serían felices haciéndolo y sobre todo explicándolo a las entrevistas. Lo que yo hago es escribir esto que llaman «libros prácticos», de forma que aporto mi granito de arena a la degradación imparable de la literatura».

La autora de ‘La colaboradora’ (Ed. Espasa), Empar Moliner, en una charla con Periodista Digital, explica que su obra no es un «libro autobiográfico»:

La cocaína es algo que conozco bien, aunque el libro no es la historia de mi vida.

A diferencia de la protagonista, […] ella es una bebedora no de calidad, se lo bebe todo […]; yo en cambio soy una enferma del vino, lo adoro, es una pasión espectacular, hago locuras por el vino.

Seguramente nunca sería el tipo de borracha que es ella porque el bebedor de vino de verdad nunca hará botellón.

Sobre su forma de narrar la historia de Magdalena, ‘la negra editorial’ que despierta una mezcla de ternura y pena al lector, Moliner comenta que:

Me gustan las novelas en las que los diálogos no van como en las teleseries. Me gusta que los personajes pierdan el tiempo, y que no terminen las frases, y que hablen mal.

Todas las cosas trágicas tienen un punto cómico siempre y cuando seas tú el que se burla de ti.

Acerca de la crítica que realiza en la novela sobre los premios literarios, dice:

Todo el mundo lo sabe. Lo de los premios literarios está claro cómo funciona, ¿no? Yo lo sé porque alguno me lo han ofrecido.

En la obra, Moliner también pone la lupa en los intereses que tiene cada medio de comunicación:

Cuando me compro un periódico o miro una tele lo primero que pienso es ¿quién paga esto?

 

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Autor

Irene Perezagua

Ejecutiva de cuentas en Interprofit. Fue redactora de Periodista Digital entre 2011 y 2013

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