Mi Dios no está en los altares; hay tan malos ejemplos de gente que usa su imagen para justificar lo injustificable que da verdadero pavor
María Antonia Iglesias, que tiene sólo 67 años pero cuya salud es cada día más precaria, reapareció este 22 de septiembre de 2012 en ‘El Gran Debate‘ de Telecinco, después de cuatro meses totalmente alejada de los platós de televisión.
En una entrevista con Jordi González grabada desde Vigo, la periodista y escritora, muy desmejorada físicamente, con la voz muy débil y con un cajón para poder apoyar los pies, explicó que lo está pasando muy mal.
Explicó que está recibiendo diálisis de forma regular: «Lunes, miércoles y viernes y durante toda la mañana».
Después de opinar a vuelapluma sobre algunos temas de actualidad como la muerte de Santiago Carrillo -con quien había hablado hace un mes-, la dimisión de Esperanza Aguirre o las movilizaciones independentistas en Cataluña, la veterana periodista desveló su cara más desconocida y personal.
Lo suyo fue una ‘confesión‘ en toda regla, durante la que habló sin recovecos o melindres de su faceta como madre, de su relación con Dios, de la muerte o de su fuerte carácter.
La que fuera tertuliana de ‘La Noria‘ y en esta última etapa de ‘El Gran Debate’ confesó que se enfrenta a la muerte, «no con miedo, pero tampoco con seguridad».
«Es muy duro. No por lo que significa desaparecer de este mundo, sino por mi hija y por la gente que me quiere», señaló María Antonia Iglesias, que, preguntada por lo que no le gustaría oír sobre ella el día que ya no esté pronunció adjetivos como «trepa o interesada».
Respecto a polémico carácter, reconoció que «en casa es igual», pero dejó claro que «en absoluto» su intención es «hacer daño».
«Estoy pensando en crear una asociación de víctimas de Maria Antonia porque tengo muchos damnificados. He cometido muchos errores y tenido mucha capacidad para meter la pata. Hay veces que soy muy agresiva y cuando tropiezo con gente del mismo nivel de agresividad chocamos de forma tremenda. Pero quien me conoce de verdad me tiene afecto y cariño más allá de mis defectos, que son muchos. A la gente que me quiere le pesa más lo bueno que lo malo».
«COMO MADRE HE SIDO UN DESASTRE»
Cuenta ‘La Voz Libre’ que, esta desconocida María Antonia Iglesias, con un tono de voz muy distinto al que acostumbra por su delicado estado de salud, también habló de cómo ha sido como madre -tiene una hija- y ella misma se calificó como «un desastre».
«Mis sentimientos, dedicación o devoción nadie los puede poner en duda, pero muchas veces te juzgan por lo que te has equivocado y yo soy de esa generación que se ha dedicado mucho a su trabajo y poco a sus hijos. Mi niña se quejaba de pequeña de que no veía nunca a su mamá».
También se refirió a su relación con Dios y la Iglesia. Pese a ser muy creyente, la que fuera directora de informativos de TVE dijo que su Dios «no es como el de Rouco Varela y la jerarquía eclesiástica».
«Mi Dios no está en los altares. Hay tan malos ejemplos de gente que usa su imagen para justificar lo injustificable que da verdadero pavor».
Puntualizó que no cree que la Iglesia tenga fijación con ella por sus críticas:
«Es muy inteligente y elige sus enemigos y no se va a fijar en mí porque yo ande diciendo cosas. La Iglesia católica no tiene nada que ver conmigo pero tampoco me echa de menos».
Jordi González, quien dijo que la encontró durante la entrevista «cansada pero no abatida«, se mostró seguro de que su próxima intervención en el programa será ya desde el plató, algo que ella está deseando hacer.
«Lo echo muchísimo de menos. Tengo un mono que no veas. Si hay algo que me pone nerviosa es sentarme a ver el programa».