Miguel Sebastián estaba allí... ¿insinúa ahora que la cosa no va con él?
Jordi Évole y Ramón Lara continúan con su rentable serial de programas ‘Salvados‘ sobre la crisis para terminar de amargar a los espectadores sobre lo mal que funciona nuestro país por culpa de los partidos políticos y, por encima de ellos, los bancos, que es el actual ‘villano favorito’.
Su programa volvió a ser un éxito en audiencia quedó tercero (por detrás de Aída y la película de La 1) y muy por delante de la media de laSexta.
En su programa, emitido el domingo 23 de septiembre de 2012, ‘Salvados’ contó con Ernesto Ekaizer, un ex responsable de una caja de ahorros que avisó de lo que iba a pasar y un ex inspector del Banco de España.
La presencia de Ekaizer abría la duda de si el programa ‘Salvados‘ había decidido abrir la veda de pagar a sus entrevistados (alguien del prestigio de Ekaizer no suele permitirse el lujo de ir gratis) o si en este caso el periodista hacía una excepción por la promoción de su libro).
Aunque el plato fuerte era el ex ministro de Industria Miguel Sebastián.
MIGUEL SEBASTIÁN CONTRA TODOS
El objetivo del guión del programa de Évole y Lara era, naturalmente, repartir leña entre PP y PSOE. Al PP por crear la burbuja inmobiliaria y al PSOE por no haberla reducido en el periodo 2004-2009.
Miguel Sebastián, que fue jefe de la Oficina económica de la Moncloa entre 2004 y 2007, candidato a la alcaldía de Madrid en las elecciones de ese año y después ministro de Industria hasta 2012, era la mejor baza de Évole y Lara para poner en evidencia a la clase política.
Miguel Sebastián se presentó como un hombre sólo ante el peligro y al que sus torpes compañeros no hicieron ni caso cuando advirtió sobre la crisis.
Al PP le acusó de ser el responsable de crear la burbuja inmobiliaria, al Gobernador del Banco de España, a María Antonia Trujillo de hacer declaraciones irresponsables, a Fernández Ordoñez de ignorar sus advertencias sobre la gravedad de la inminente crisis, a José Luis Rodríguez Zapatero de electoralismo – es la primera vez que un representante socialista lo reconoce – al proponer el cheque-bebé y los 400 euros cuando no había dinero para ellos.
Pero su mayor ataque fue a José Blanco al que acusó de haberle dicho que ‘la paciencia con los bancos debía ser infinita’ (¡Nada peor para un socialista que ser acusado de amigo de los bancos!).
¿Y LA RESPONSABILIDAD DE MIGUEL SEBASTIÁN?
Si Miguel Sebastián no hubiera sido ministro, habría que darle la razón en buena parte de sus críticas.
Es un hecho que Sebastián advirtió de la burbuja inmobiliaria antes de que el PSOE llegara al Gobierno, es un hecho que en reuniones con empresarios nada más llegar al poder el PSOE, como jefe de la oficina económica de la Moncloa, reconocía que el PSOE sabía que el modelo de la burbuja tenía fecha de caducidad.
Y es un hecho, además, que Miguel Sebastián no era un hombre de partido, por tanto, valía su discurso de ‘yo lo avisé, no me hicieron caso’, ‘me mordía los labios al oír a María Antonia Trujillo’…etc.
El problema de Sebastián es que sí fue ministro, lo era en aquel momento en el que se negaba la crisis con eufemismos rocambolescos y lo era en el momento en el que el Gobierno tomaba decisiones suicidas como, por ejemplo, subir unos cuantos puntos de salario a los funcionarios, cuando sabían que la caja se había quedado sin dinero o cuando sabiendo que el ingreso por impuestos iba a ser la mitad, aprobaban presupuestos como si todo siguiera igual.
Miguel Sebastián estaba allí… ¿pretende ahora insinuar que la cosa no va con él?
¿ABORDARÁ ‘SALVADOS’ EL ESTADO DE BIENESTAR?
Queda la duda en Jordi Évole, Ramón Lara y demás de si van a abordar el verdadero problema de la burbuja inmobiliaria, que es su vinculación total con ‘El Estado del Bienestar’.
¿Abordará que se asuma de una vez que todas las mejoras en Sanidad, Educación y demás se lograban gracias al incremento de impuestos, que se conseguía gracias, precisamente, a la asquerosa burbuja inmobiliaria?
El problema es que entrar en esos debates obliga a reconocer que al perderse toda esa recaudación, por el estallido de la misma, obliga a reconocer la necesidad de los ‘odiados recortes‘.
Y entraría el dilema de si un programa puede manifestarse en contrar de los ‘recortes‘ en Sanidad y Educación, y a su vez ataque brutalmente a la burbuja inmobiliaria que es precísamente la que lo sostenía (eso, y todas las obras de ayuntamientos, comunidades…etc.), porque era la burbuja lo que mantenía eso que vienen a llamarse ‘el Estado del Bienestar’.
Quizá abordando esa cuestión se entenderá porque tantos políticos quisieron taparse los oídos cuando les advertían de que aquello de la burbuja reventaría…
Viendo su evolución, no sorprendería que ‘Salvados’ se salte el tabú y entre por fin en ese tema.