El programa de la televisión pública catalana ‘El Bestiari’, en el cual el escritor Jali Domínguez disparaba contra unos paneles en los que estaban retratados Juan Carlos I y Salvador Sostres, ha colmado la paciencia de algunos periodistas que ya estaban muy marcados por sus posiciones contrarias al nacionalismo.
Juan Carlos Girauta rechazó el ofrecimiento de TV3 para acudir el 21 de octubre de 2012 a un debate sobre las elecciones en el País Vasco y Galicia. Según ha explicado en una conversación telefónica con Periodista Digital, no piensa volver nunca.
No es un capítulo. TV3 se dedica al terrorismo simbólico y por eso nunca pisaré esa casa.
En cuanto supe de ese programa y vi las imagines llamé al jefe de informativos de TV3, que me había invitado a un programa especial para la noche de las lecciones gallegas y vascas, y le dije que no iba a pisar más TV3, que TV3 se dedicaba al terrorismo simbólico. También le dije que habíamos entendido muy buen el mensaje.
Según ha contado el columnista de ABC, otro que ha tomado una decisión similar es el periodista, escritor y columnista de La Vanguardia Valentí Puig:
Estaría bien que la gente, por lo menos aquellos que defendemos ciertas ideas en Cataluña, que empezáramos a actuar en consecuencia y no nos prestáramos a asistir a programas de una televisión que con dinero público se dedica a enviar mensaje de terror a los disidentes.
Considera que no es suficiente con la dimisión de la directora del programa y la petición de disculpas por parte de TV3:
Nadie se puede imaginar que en una televisión francesa se representa un atentado contra Hollande y que un tío dice ‘si no se marcha le pegaremos cuatro tiros’ y que no pase nada. Es inimaginable. O en Estados Unidos con Obama. Es inimaginable. Pues aquí se hace con el Rey, con un periodista disidente… Y dicen ‘la directora ha dimitido, lo sentimos mucho y es inadmisible’.
Además de inadmisible es algo que debería movilizar al Estado.
AUSENCIA DEL ESTADO EN CATALUÑA
Refiriéndose a este episodio, así como a la voluntad declarada de la Generalitat de ignorar la sentencia del Tribunal Constitucional que prohibe las multas lingüísticas dice:
El Estado está ausente en Cataluña desde hace mucho tiempo. Se incumple la ley en todo aquello que al nacionalismo le parece que contribuye a la construcción nacional. Lo que construye a la construcción nacional se hace, con ley o sin ella. Igual que Artur Mas ha dicho ahora que convocará una consulta sobre la independencia con ley o sin ley, es así.
A mí no me extraña lo que hacen los independentistas, ya conozco su naturaleza. A mí lo que me extraña es que el Estado nos ha desamparado a los catalanes que queremos seguir siendo españoles.
Ojalá cambie esto. Pero de momento sólo hay buenas palabras y nada más.