Si me vuelves a interrumpir me voy, es de vergüenza la mala educación que tienes discutiendo ¡eres una impresentable, Cristina!
Pablo Iglesias, el hombre que durante años era el referente de la ‘tele antisistema’ emitiendo su tertulia ‘La Tuerka’ desde ‘Tele-K’, denunciando cómo las tertulias de las televisiones burguesas se negaban a tratar de los temas reales como él sí hacía desde la su tele ha pasado a ser un tertuliano del sistema, colaborando en las televisiones privadas que antes parecía tanto denostar.
Le vimos en ‘Dando Caña’ con Fernando Díaz Villanueva, en lo que parecía ser una devolución de favor por el hecho de que Díaz Villanueva había aceptado ir a su programa, después le vimos dos veces en ‘El Gato al Agua‘ de Intereconomía, donde pudo meterse con Federico Jiménez Losantos con discursos como hablar del ADN franquista de la derecha española o descalificar al PP por haber sido fundado por Fraga.
De ahí pasó a ser tertuliano de ‘Las Mañanas de Cuatro’. El pasado 11 de mayo de 2013 fichó por Atresmedia para aparecer de tertuliano en ‘La Sexta Noche’ y el 15 de mayo de 2013 Pablo Iglesias cerró el círculo apareciendo en 13TV.
Verónica Hernández
La oleada de críticas por el fichaje por parte del presidente de Baleares, Bauzá, de la periodista Verónica Hernández (que fue miss Baleares) como su secretaria fue igualmente comentado en ‘El Cascabel al Gato’.
«Si esta chica no hubiera sido miss no hubiera sido ni noticia. Si esta señora en vez de ser tan guapa, fuera feísima no sería noticia», consideraba Ángel Expósito.
Cuando hablaban de si era o no machismo, saltó Cristina López Schlichting para decir que «no, lo que es, es envidia».
Pablo Iglesias consideró que lo que le parecía escandaloso es que Bauza, siendo presidente de Baleares hubiera formado parte del consejo de Miss Baleares, dato que conocía el resto de tertulianos.
Cuesta fue rápido recordándole que en ese momento Bauza no era aún presidente de Baleares en 2009. Iglesias no dudó entonces en decir que ‘un representante popular no puede participar en concursos que atentan contra la dignidad de la mujer’.
Pero atentos a como continuó Pablo Iglesias:
«La mitad de los jóvenes de este país con edad de esta señora, están en el paro. Y el PP a los suyos les paga 50.000 euros» (…) ¡Yo he trabajado, tengo dos carreras, un doctorado, un master en el extranjero, otro master aquí, he trabajado como asesor político aquí y en el extranjero y jamás he cobrado 50.000 euros!».
Al final resultará que Schlichting tenía razón y que el tema de las críticas era una cuestión de envidia:
«Hijo, si has tenido mala fortuna, no lo pagues con ella», se burló Schlichting.
Pero sí demostró que no era machista, porque también puso sobre la mesa un asesor de ’24 añitos’ con sueldo de 45.000 euros.
Luego Pablo Iglesias se fue calentando:
«¡Es un maldito escándalo que esta tipa gane 50.000 euros! (la ‘tipa’ es Verónica Hernández) ¡No seas frívolo, Cuesta!».
Pablo Iglesias volvió a repetir lo de ‘la puerta giratoria’, que aún siendo un hecho incontestable, comienza a ser cansino de tanto repetirlo, aunque tuvo un final más divertido:
Pablo Iglesias: ¡El mejor jarabe democrático contra esto se llama escrache!
Carlos Cuesta: ¡Hala!
Pablo Iglesias sabía que eso iba a provocar la reacción de Schlichting, Granados y, en especial, Cuesta, que no son digamos, demasiado defensores del escrache. Y ahí apareció de nuevo la expresión ‘fascismo‘.
Antonio Jiménez que, por la presencia de Pablo Iglesias, estaba teniendo un día un poco más movido de la habitual tuvo que reñir a sus tertulianos y advertirles de consecuencias feas:
«Os ruego, os suplico que no habléis a la vez, que luego el público nos penaliza, de verdad, la gente se va cuando hablamos a la vez».
Bildu y el entorno etarra
La detención de Urtza Alkorta – condenada por colaborar con los asesinos de ETA – y las protestas de Bildu a esa detención y en especial de la parlamentaria Laura Mintegi fue el primer tema polémico.
Pablo Iglesias se mostró comprensivo hacia Bildu y recordó que Alkorta había denunciado torturas (y volvió a repetir la coletilla de ‘yo no te he interrumpido’) y pidió que se pusiera fin a las torturas.
«Todos sabemos que en los cuarteles se han producido barbaridades».
Lo que escandalizó al resto de la mesa, como era de esperar. Aunque es cierto que en tribunales españoles ha habido unos cuantos Guardias Civiles que han pasado por los tribunales por torturas y calificó el tema como una ‘cuestión de Estado‘, algo que Cuesta respondió con energía.
Carlos Cuesta: «¡Cuestión de Estado no es tratar unos mafiosos terroristas de mierda como si fueran unos luchadores heróicos, esa gente son gentuza, etarras, son mierda!».
Iglesias no había usado la expresión de que fueran heróicos los asesinos etarras, más bien se había centrado en cargar contra las fuerzas policiales y pasó al ataque.
Pablo Iglesias: ¿Sabes lo que eres tú? Un cínico.
Si en su día Isabel Durán no aceptó que la llamaran ‘Princesa de la Caverna’, Cuesta, tan suceptible él, no aceptó que le llamaran cínico y pidió ‘tarjeta amarilla’
Carlos Cuesta: Vamos a ver, Antonio. O este señor retira la palabra ‘cínico’ o yo me levanto y me voy de aquí.
Cuesta defiende a Jose María Aznar
Pablo Iglesias aceptó retirar la palabra cínico pero recordó que José María Aznar había negociado con ETA, lo que llevó a hacer a Carlos Cuesta una entrañable defensa de Aznar:
«Aznar no negoció con ETA y lo sabes. Reunirse no es esa. ¡Quien negoció fue Zapatero! ¡Aznar simplemente se reunió con ETA! ¿Te quieres reiventar la historia?»
«Cambio de régimen»
Pablo Iglesias consideró las crisis como el bipartidismo como un ‘cambio de régimen’, una expresión que pareció aterrorizar a Cristina López Schlichting, que no dudo en hablar de que eso nos llevaba no ya a Venezuela «sino a la república de Weimar».
«Qué bueno, qué bueno…», murmuraba un Pablo Iglesias que aún no había pronunciado su ya célebre coletilla de «yo no te he interrumpido», aunque, luego, siguiendo su costumbre, las repitió unas cuantas veces.
Pablo Iglesias- «Tú no estás de acuerdo con Chávez, pero en Venezuela hay elecciones libres»
Schlichting- «¡¿Cómo?! ¡Perdóname!»
Pablo Iglesias- «Yo no te he interrumpido, y has dicho cosas que me parecen una soberana barbaridad» (…)
Schlichting empezó a enumerar los datos de por qué Venezuela es un país autoritario:
«¡Muere gente de la oposición, se cercenan las libertades judiciales, se eliminan los medios de comunicación!».
A lo que Pablo Iglesias respondía: ‘¡Es mentira, es mentira, es mentira…!».
El profesor universitario acabó solicitando a Schlichting:
«¡no seas tan maleducada! Si me vuelves a interrumpir me voy, es de vergüenza la mala educación que tienes discutiendo ¡eres una impresentable, Cristina!».
Finalmente habló Ángel Expósito, que hacía el papel de moderado y recordó que las élites también eran los sindicatos que estaban en las cajas de ahorro cobrando también 50.000 euros.
Pablo Iglesias sólo aceptó criticar a un único sindicalista, a José María Fidalgo, ex secretario general de Comisiones Obreras (CCOO), pero porque este era de FAES.