Arcadi: "Yo soy nuevo en esta plaza y la verdad es que estoy absolutamente sorprendido de algunas afirmaciones que habéis hecho, incluida la presentación de la noticia, que no me parece un modelo de objetividad"
El Congreso aprobó en la jornada de 11 de diciembre de 2013 la Ley de Seguridad Privada por la cuál otorga, como medida más polémica, ciertas competencias novedosas a los vigilantes de seguridad privada para identificar, inmovilizar y cachear a personas en la calle —Todas las claves de la Ley de Seguridad Ciudadana–. La nueva norma fue sacada adelante por el Partido Popular con el apoyo de CiU, y fuertemente criticada por el resto de grupos políticos.
Esta nueva incorporación al sistema legislativo fue analizada y debatida en los diferentes espacios mediáticos televisivos, dejando algunos desencuentros destacados. Por ejemplo, el espacio matutino de Cuatro dirigido por Jesús Cintora, ‘Las Mañanas de Cuatro’, se encontró con un arduo debate entre los tertulianos asistentes. El controvertido Pablo Iglesias (‘La Tuerka’), los periodistas de ‘El Mundo’ Arcadi Espada, José María Calleja y Jaime González (ABC), y el inspector de Policía José María Benito.
Para abrir fuego, el propio conductor del espacio, Jesús Cintora, ofreció el turno de palabra al debutante en el plató de Cuatro, Arcadi Espada. No se esperaba Cintora lo que iba a proferir el periodista de Unidad Editorial:
Arcadi: «Yo soy nuevo en esta plaza y la verdad es que estoy absolutamente sorprendido de algunas afirmaciones que habéis hecho, incluida la presentación de la noticia, que no me parece un modelo de objetividad, Jesús, francamente»
Cintora: «¿Ah, no?»
Arcadi: «En absoluto».
Cintora: «¿Qué vienes, a corregirnos o qué?»
Arcadi: «Evidente, claro, en todo aquello que sea necesario».
El tertuliano proseguía con su discurso, pero Cintora había quedado tocado con la primera acometida, y volvería a saltar en cuanto tuviera ocasión:
Arcadi: «A mí me parece muy bien que la gente que haga negocio y que las empresas de seguridad hagan negocio. Veo que aquí los negocios se demonizan desde la primera palabra…»
Cintora: «¿Pero qué es lo que no te ha parecido objetivo? Si es posible, por favor».
Arcadi: «Segunda cuestión. Primero eso, esa insistencia en que tengamos problemas en que la gente haga negocios…»
Cintora: «Arcadi, yo te pediría, puesto que has dicho que no te parecía objetivo, te pediría que dijeras en qué no te parece objetivo.
Arcadi: «En eso exactamente, en la presentación del negocio como algo a demonizar».
Cintora: «¿Alguien ha demonizado un negocio?»
Arcadi: «Sí, tú mismo, y Pablo [Iglesias] también».
Cintora: «Ah, sí. Vaya hombre [ríe]».
Arcadi: «[…] Estas personas como vosotros que oyen la palabra privatización y echan la mano a la pistola me parecen seres completamente antiguos».
Cintora: «Yo te he escuchado con mucho respeto, Arcadi Espada, me vas a permitir. Aquí nadie ha echado la mano a la pistola».
Con el primer asalto finiquitado, Jesús Cintora iba a seguir esperando su ocasión para volver a bregar con el púgil de ‘El Mundo’. En un momento de su discurso, Espada confesó que no conocía los aspectos técnicos de la ley debatida, y el presentador del espacio lo usaría más tarde a su favor:
Cintora: «De entrada Arcadi, me vas a permitir, puesto que te has puesto a corregir a la gente, a mí me hubiera gustado que te hubieras leído el proyecto, eso de entrada…»
Arcadi: «No me ha dado tiempo, me habéis avisado con 20 minutos de anticipación de que íbamos a tratar este tema».
Cintora: «No es verdad [ríe], a mí me gusta que la gente venga leída».
Arcadi: «¡Mejoraré eh! Pero 20 minutos es poco tiempo».
ARCADI A IGLESIAS: «NO ME DES LECCIONES DE CÓMO DISCUTIR!
En un siguiente paso en la escala de tensión, Arcadi Espada se enfrentó a Pablo Iglesias. Proseguía el periodista de ‘El Mundo’ con su discurso, y tenía para todos. Desde el politólogo y profesor del otro lado de la mesa, hasta el propio Jaime González de su misma bancada. El enfrentamiento estaba por llegar:
Arcadi: «La seguridad es una de las conquistas del estado de derecho. A mí me parece bien que se hable con un lenguaje de barricada y que se hable de la seguridad en términos represivos, pero hay que ser consciente de que se habla con ese lenguaje».
Iglesias: «Quiero agradecer la pulcritud expositiva de Arcadi. A mí me cuesta discutir con la derecha porque no dicen realmente lo que piensan, y en el caso tuyo es maravilloso escucharlo así. A mí que la gente haga negocio me parece bien, pero no con la seguridad, sanidad y educación mía y de mi familia. […] Está muy bien venir con el argumentario aprendido, pero hay que escuchar, yo no he pronunciado la palabra ‘represión’ en este debate. […] ¡Arcadi, cuando se discute hay que escuchar al otro!»
Arcadi: «¡Tú no me des instrucciones de cómo yo tengo que discutir, tú limítate a discutir tú como parezca!»
Iglesias: «Si me permites un consejo, ser un hombre culto y preparado como tú, no te debería permitir ser tan cínico y maleducado a la hora de plantear un debate».
Arcadi: «¡Que no me des instrucciones y no me adjetives! Porque si yo te adjetivo a ti no acabaremos! ¿Comprendes?»