María Antonia Iglesia, con su coletilla de "¿Al final es puta o no es puta?", daba el plácet calificándola de "estupenda"
Un día despuésd e que ‘El Mundo’, que anda un poco fastidiado porque los malandrines están filtrando listas y nombres a ‘El País’, en lugar de hacérselo a ellos, le endiñara un estacazo en toda regla al programa de Antonio Jiménez, diciendo que su entrevista en exclusiva con Luis Bárcenas «estuvo algo maquillada» y el nuevo presentador de 13TV apareció en el Gran Debate de Telecinco para reivindicar su labor.
Entrevistado por Jordi González, el durante muchos años conductor de ‘El Gato al Agua’ de Intereconomía TV, explicó que el contacto con el extesorero felón se había hecho a través de un amigo común y que había costado, porque Bárcenas, siguiendo la indicación de sus abogados, se resistía a hacer declaraciones públicas.
«Es una persona muy insegura, muy tímida, no quiere salir en televisión».
Antonio Jiménez reconoció que esa actitud no casaba con el Bárcenas seguro de sí mismo que se ve por las pantallas.
La entrevista debía dosificarse para varios programas de ‘El cascabel al gato‘ pero el canutazo conseguido por Antena 3 sobre el no reconocimiento de su escritura obligó a emitirla completa.
Jiménez admitió que se hizo con un cuestionario y que Bárcenas leyó en algunos momento una especie de comunicado para evitarse problemas legales, algo que ha había adelantado ‘El Mundo’.
El presentador de El Gran Debate expresó su estupor ante la afirmación de Bárcenas de que esa no era su letra:
«Esto es tremendo si es verdad».
González elogió la entrevista calificándola de ‘verdadera exclusiva’ y subrayando que acaparó la atención durante toda la semana mientras.
Jiménez coincidió en que «hay que aclararlo todo porque se está pidiendo la dimisión del presidente del Gobierno».
Antonio Jiménez, durante años una ‘bestia feroz’ para algunos de los habituales de los sábados de Telecinco, fue alabado por los contertulios del programa -algunos de ellos, presentes el pasado lunes en su estreno en 13TV como Isabel Durán o Ángel Expósito- por esa scoop, fue alabado hasta por Pilar Rahola, quien calificó de «importante» su labor.
Impagable la cara de poema de Carlos Cuesta, vecino de silla, en algunos momentos. Rahola, viendose demasiado generoso, apostilló: «La palabra de Bárcenas no vale nada de nada».
En eso coincidía con Durán, para quien también fue una «muy buena entrevista» aunque «la palabra de Bárcenas vale cero» porque «durante todos estos años ha mentido como un bellaco».
Para Ernesto Ekáizer era una «entrevista importante» y María Antonia Iglesia, con su coletilla de «¿Al final es puta o no es puta?«, daba el plácet calificándola de «estupenda«.
La veteranísima tertuliana comentó que incluso había tenido una «parte obscena«: cuando el entrevistado afirmaba que no había hecho la declaración porque estaba muy liado con lo de la Gürtel.
LA NOCHE DE LA COMPETENCIA
Pero, ¿y en la competencia? La Sexta Noche prefería centrarse en el Caso Ana Mato, que para Francisco Marhuenda era una «crueldad«.
El director de La Razón incluso explicaba que el Jaguar de su marido, Jesús Sepúlveda, era «el modelo de gama baja y feo».
«Queréis hacer una quema pública de Ana Mato«, afirmaba ante las críticas de un Eduardo Inda, que hizo que, al final, el debate se convirtiese en un toma y daca entre el de La Razón y el de El Mundo con un moderador que apenas dio juego al resto de contertulios.
Quien sí pudo escapar y con dignidad a eso fue Francisco Granados. El político popular salió en defensa de Mato con el argumento de que un cónyuge no puede ser responsable de lo que haga su otro cónyuge y que Sepúlveda era trabajador del PP «desde hace treinta años».
«¿Cualquier persona que esté imputada tiene que ser despedida de la empresa para la que trabaja?», se preguntaba Granados, al que respondía Inda:
«Tenéis trabajando y en nómina a un corrupto al que vosotros mismos pedistéis la dimisión».
Antonio Martín Beaumont señalaba lo que se diría si a una ministra socialista se le intentara atacar por su marido y aseguraba que a Sepúlveda «se le tendría que haber apartado de su trabajo en el PP«.
Y Jesús Maraña se hacía de cruces porque nadie sabía dar razón de a qué se dedicaba Sepúlveda.
Pero el espacio de debate de La Sexta se quedó en un continuo pimpampum entre Inda y Marhuenda, que fueron los únicos a los que se les dio oportunidad de formular preguntas a José Luis Peñas, el exconcejal que presentó las grabaciones que dieron lugar al caso Gürtel.
La mención a que Mariano Rajoy habría estado al tanto de una operación en Arganda del Rey (Madrid) puso en efervescencia a Marhuenda:
«Imputar al presidente del Gobierno así, ¡hombre! Eso sí que es gordo, más que los falsos papeles de El País».
Inda, por su parte, intentaba meter el cuerno a Ignacio González y el ático de marras con la citada operación.
«Estamos sembrando porquería», remachaba Marhuenda mientras invocaba los mil millones del PSOE en Andalucía.
«Mal que les pese a algunos, los ciudadanos tienen derecho a saber«, contestaba Inda.
Hubiera estado bien conocer la opinión del resto de contertulios. Pero no les dieron oportunidad.