El personaje de Artur Mas, a quien como presidente de la Generalitat le corresponde cerrar todos los programas de ‘Polonia’ aparece con los dos ojos morados. Mas se disculpa y explica que le ha ocurrido después de leer algún editorial de un periódico. Acto seguido se sienta en su mesa, abre el diario La Vanguardia y del matutino del Grupo Godó brota una mano que le arrea un severo puñetazo.
Esta es la forma en la que el programa de humor de TV3 ha representado los últimos editoriales de La Vanguardia criticando a Mas por su radicalización y pidiéndole moderación. El gag fue emitido el 1 de noviembre y re-emitido el 7 de noviembre, demostrando que aún hay ecos a la actitud del periódico dirigido por Josep Antich, tertuliano habitual de la COPE y 8tv. Lo que Antich y La Vanguardia deberían reflexionar es cuál ha sido su política editorial con la Generalitat todos estos años para que un par de editoriales en contra de Mas hayan dado tanto que hablar, siendo vistos como algo novedoso.
Los consejeros de Mas fueron víctimas de varias bromas en esta última edición, el consejero de Seguridad tenía que disfrazarse para escapar de los guardaespaldas, mientras que el consejero de Sanidad intentaba pagar con piruletas a los médicos, para acabar devorado por enfermos-zombis. Pero los gags más crueles fueron para el presidente Mariano Rajoy (cuyo personaje en TV3 sigue mostrándose igual de ‘tontorrón’ que siempre) y para el PSC, mostrando un gag en el que la recepcionista de la sede del PSC se partía de risa ante un joven tras oírle comentar que quería ‘afiliarse al PSC’.
‘Más burlas contra el friki-indepentismo’
El personaje del friki-independentista se está convirtiendo en una de las estrellas de las últimas ediciones de ‘Polonia’. El personaje surgió poco después de que el propio director de ‘Polonia’, Toni Soler, criticara en un artículo como algunos podían forrarse contra el friki-independentismo, y ya entonces el friki-independentista apareció en ‘Polonia’ vendiendo todo tipo de productos con esteladas, incluyendo ‘banderas pre-constitucionales (con el Águila) de la estalada’.
En el programa del 7 de noviembre, el friki-independentista aparecía en una casa totalmente decorada con esteladas en todas partes. Y cuando su esposa le preguntaba si no le sonaba que ese día era ‘un día especial’, en referencia a su aniversario, este decía que para él era un día especial porque era el aniversario de cuando a Casanova (el de 1714) le salió un grano. El gag incluía una bronca con su hija a la que exigía hacer una ‘consulta’ si quería salir de casa a jugar (‘y no me llames radical, que he dicho consulta y no referéndum’) y un ataque al corazón cuando su esposa pronunciaba la palabra España, un jamacuco del que sólo se cura después de que la pobre mujer gritara ‘independencia’ varias veces seguidas.
‘Apadrina a un economista’
En ‘Polonia’ también se habló de la posible salida de la crisis, usando la expresión de ‘comienzo del fin de la recesión’, a lo que se ve el programa de ‘Minoría Absoluta’ no escapa del síntoma ‘televisión pública’, puesto que parece que todas las teles autonómicas andan muy interesadas en repetir esa idea.
El giro original que hizo ‘Polonia’ es preguntarse de qué vivirían los economistas si se acababa la crisis. El gag del programa de TV3 se tituló ‘apadrina a un economista’ y en él eran representado Niño Becerra, que casi lloraba ante la posibilidad de que pudiera acabar la crisis y dejaran de consultarle las cosas, un Salá Martí, con sus célebres chaquetas multicolor asegurando que el concepto de salir de la crisis estaba ‘sobrevalorado’, un Leopoldo Abadía ofreciendo sus servicios a una tribu de África o un Josef Ajram que ejercía de modelo con mini falda. Por lo visto, ni los economistas se libran de las bromas y brulas de el equipo de Toni Soler.