El esperpento del cerrojazo contra viento y marea de RTTV este viernes llegó a tales cotas de surrealismo que no sólo dejó por el camino las desgarradoras imágenes de cientos de periodistas presa de las lágrimas y la indignación, reducidos por la Policía como en olvidados regímenes dictatoriales, sino que en en su afán por tirar hacia delante cayera quien cayera terminaron provocando daños colaterales a su alrededor.
Como subraya ‘ESD’, las torpeza en el cierre de Canal 9, de la que se ha venido haciendo eco el digital de Antonio Martín Beaumont desde la madrugada del jueves al viernes, fue tal que la Policía hasta se llevó por delante el múltiplex.
Había tanto afán en que Canal 9 fuera a «negro» que los agentes dejaron sin señal y, por tanto, sin emisión también a Popular TV y Mediterránea TV.
Vamos, que este viernes, no sólo se dejó de ver Canal 9 en la Comunidad, sino que las dos televisiones autonómicas privadas también se fueron a negro sin comerlo ni beberlo. Tal era la prisa de la Generalitat por echar el cierre a la cadena.
Mientras tanto, las redes estaban plagadas de imágenes para olvidar de los desolados trabajadores. Los de NOU Ràdio, por ejemplo, abandonaban entre lágrimas a mediodía las instalaciones de la sede de manera voluntaria tras un programa especial emitido a través de Si Ràdio, quizá para evitar las desagradables imágenes que se vivieron en su televisión hermana.
De hecho, la Policía recibió ninguna orden de desalojo (que sí que se ha dado para la televisión pública), pero los trabajadores salieron de la instalación tras fundirse a negro NOU.
La profesión entera parecía estar de luto este viernes. Los programas matinales de las cadenas generalistas de televisión lanzaban mensajes de apoyo a sus compañeros y hasta en un grito de solidaridad, plantaron al vicepresidente del Consell, José Ciscar, en la rueda de prensa que se celebra tradicionalmente los viernes después del pleno del Gobierno valenciano.
Los periodistas de todos los medios dejaron solo al vicepresidente, dejando una imagen tremenda de indignación en la retina: Ciscar en una sala de prensa absolutamente vacía.