Elisa Beni: "Yo hablo con todo el mundo, no tengo problemas, me da igual lo que piensen... Yo te saludo cuando llegues y cuando te vayas..."
Con la alineación inicial de ‘El Cascabel’ en la noche del martes 4 de febrero de 2014, se atisbaba un nuevo enfrentamiento entre dos de los tertulianos. En el espacio de 13TV dirigido por Antonio Jiménez se producía el reencuentro entre los periodistas Hermann Tertsch y Elisa Beni, después de que su última aparición juntos desembocara en una bronca en la red social Twitter por todo lo alto. —Bronca tuitera entre Hermann Tertsch y Elisa Beni— Eso sí, el nivel de relax con el que se abordó el tema sorprendió a propios y extraños:
‘El Cascabel’: «Algún espectador nos trasladaba también qué ha pasado entre ellos, que como están aquí en la mesa, por si viene a colación».
Beni: «¿Qué ha pasado, Hermann?»
Tertsch: «Que no estamos de acuerdo».
Beni: «Ha pasado una cosa, que Hermann no está de acuerdo conmigo, pero yo prefiero que me lo diga aquí o fuera, o poniendo mi nombre en Twitter, y no que lo diga cuando yo no le oigo. Esto es todo lo que pasó».
Tertsch: «No, yo simplemente no estoy de acuerdo ni con sus formas, ni con su contenido ni con la complicidad sistemática que hay por parte de una serie de gente, entre ellos Elisa Beni, hacia posturas muy perjudiciales y violentas en este país».
Beni: «Pero para eso no has de insultarme, ¿no?»
Tertsch: «Tú jaleas a gente que lleva muchos años insultándome a mí, y que como auténticos miserables han estado también con unos jueces que han visto muy bien que se me pusiera como asesino en la televisión. Ya sé que a ti eso te hace mucha gracia, después no te hacen gracia otras cosas…»
Beni: «¿Y porque no te hace gracia lo que pasa en laSexta, pones un tuit en el que cuestionas mi profesionalidad y afectas a mi vida privada también? Yo ni me he enfadado siquiera…»
Tertsch: «Yo no quiero hablar contigo, ni siquiera discutir contigo. Estoy aquí cobrando como tú y entonces discuto contigo pero por una cosa profesional. Pero yo no hablo con gente como tú habitualmente».
Jiménez: «Hombre, pero podéis departir de forma civilizada como ahora, ¿no?»
Beni: «Pues eso que te pierdes, la verdad, yo hablo con todo el mundo, no tengo problemas, me da igual lo que piensen… Yo te saludo cuando llegues y cuando te vayas…»
Tertsch: «A mí hay gente que se comporta de una manera y ya no hablo con ella».
LOS ESCRACHES IRRITAN A LA MESA DE ‘EL CASCABEL’
La última resolución del juez de Instrucción número 4 de Madrid, sobre una medida de manifestación tan controvertida como fueron los escraches en su día, no ha dejado indiferente a nadie: impunidad para los acusados del escrache realizado a la vicpresidenta del Gobierno, Soraya Saénz de Santamaría, el pasado 5 de abril de 2013, al entender el juez que se trataba de un acto de libertad de expresión y derecho a la manifestación y no un acto delictivo.
Carlos Cuesta, Isabel Durán, Hermann Tertsch, Alfonso Rojo, Elisa Beni y Juan Carlos Naranjo debatieron al respecto. Desde el inicio de la tertulia política, el asunto se presentó candente, con algunas opiniones muy enfrentadas:
Hermann Tertsch: «Cuando la tolerancia es absoluta para la barbarie las leyes acaban no teniendo sentido. Tenemos unos jueces que creen que tienen que utilizar criterios políticos… En los casos más grotescos acaban cayéndose de la carrera, lo hemos visto con Garzón y con Elpidio Silva, son casos delictivos. Hay mucha gente que no se fía de los jueces, vemos a jueces que se besan con los abogados de los etarras, vemos a jueces en Twitter, jueces que van a las televisiones…»
Alfonso Rojo: «La justificación que hay hecho el juez es obvia y necesaria. Se apunta el triubunal a las tesis de que la democracia no sólo es votar, sino que tiene que estar en la calle, y no es propio de un juez».
Elisa Beni: «Lo que no cabe es que cuando no nos gusten las resoluciones de cuatro jueces coinciden en una cosa, prefiramos tirar abajo un sistema poniendo bajo sospecha a un coletivo en el que los ciudadanos confían mucho… Hacer eso es ser antisistema. Algunos ya dijimos que los escraches no eran delito».
Carlos Cuesta: «La broma es plantarte delante de una casa, chillarle, amenazarle, violentar su forma de vivir, dejarle claro que si sale en ese momento igual se lleva dos guantazos, y que un juez que tiene que defender lo que pone en las leyes, diga aquí paz y después gloria».
Isabel Durán: «Yo no sé qué se habrán tomado estos jueces para decir que ‘la conducta de los concentrados no fue violenta…’ Es decir, como no te han pegado porque la vicepresidenta no llegó a salir. ¿Qué les han dado a los jueces en España para que se atrevan a esto? ¡A mí me hacen esto en mi casa y le planto una querella al juez por prevaricador!»
Tertsch: «¡O le haces un escrache a la familia del juez!»
Una vez hechas las primeras intervenciones, efusivas todas ellas, el debate se fue enconando en las dos distintas posturas. Cuesta, Tertsch y Durán contra Beni:
Tertsch: «¡Todos podemos hacer escraches, todos podemos ser violentos y todos podemos agredir, y sólo agreden unos, siempre los mismos! Y hay que tolerárselo siempre a los mismos… El juez sabe que los escraches los hace la izquierda y los hace Ada Colau, ¡la violencia es toda de un lado siempre!».
Beni: «Ninguno de estos tres jueces son como decís son ‘izquierdosos’…»
Tertsch: «¿Pero quién ha dicho eso? Ya estamos diciendo cosas que no hemos dicho! ¡Puta manipulación de siempre, coño!»
Cuesta: «Nadie ha dicho eso, debate ficción».
