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El cachondeo de las corresponsalías de RTVE: 8.660 euros en taxis en Buenos Aires y 6.641 euros por comidas en Moscú

El Tribunal de Cuentas destaca que el personal en el extranjero llega a ‘pasar' el gasto en aceite de oliva y visillos

El cachondeo de las corresponsalías de RTVE: 8.660 euros en taxis en Buenos Aires y 6.641 euros por comidas en Moscú
RTVE: el arca del despilfarro Dariana Rojas.

A tenor de lo contenido en el ‘Informe de fiscalización de la Corporación RTVE y sus sociedades, correspondiente a los ejercicios comprendidos entre el 1/1/2010 y el 31/12/2011’ del Tribunal de Cuentas, buena parte de los corresponsales de la radio y televisión pública despilfarraron el dinero de la corporación con gastos de difícil justificación. Tan sólo se analizan 4 de las 16 corresponsalías existentes, y los resultados dejan en bastante mal lugar a los empleados.

No sólo ‘pasaban’ los tiques de supermercado de productos como aceite de oliva o el importe de las fotos de sus pasaportes, o incluso de alfombras o visillo. En algunos casos, parece que los trabajadores decidieron disfrutar de una vida cómoda a costa de los contribuyentes. En Buenos Aires llegaron a gastarse 8.660 euros en taxi y en Moscú 6.641 euros en comidas que no podían justificar por motivos profesionales.

Las corresponsalías analizadas por el Tribunal de Cuentas son Nueva York y Buenos Aires (las dos en 2010) y Moscú y Rabat (ambas en 2011). En total, esas cuatro corresponsalías gastaron, sin incluir suelos, 1.443.000 euros. El informe señala «incidencias» en los justificantes de gasto comunes a las cuatro ciudades y otras específicas para cada una de ellas.

INCIDENCIAS GENERALIZADAS

El Tribunal de Cuentas localiza gastos «de carácter personal» que en ocasiones se llegan a justificar «sólo con el tique del supermercado» que no deberían pagar las corresponsalías. Los ejemplos que ofrece son: café, leche, agua, infusiones, aceite de oliva, gastos de fotos para el pasaporte, propinas, material sanitario, manteles de mesa, alfombras y visillos.

A pesar de que el régimen normal de alojamiento era el de hotel de tres estrellas «o similar», el personal de RTVE en las cuatro ciudades utilizaba «frecuentemente hoteles de curta y cinco estrellas, sin justificar».

NUEVA YORK (2010)

Los cuatro empleados de RTVE en Nueva York comieron a costa de la Corporación sin motivos que lo justifique todos los días laborables de 2010, y en algunas jornadas también cenaron. En total, pasaron los gastos de 400 comidas y cenas, por un total de 5.637 euros. La normativa interna contempla que los gastos correspondientes a la alimentación diaria tan sólo pueden pagar cuando se realicen en horarios superiores de la jornada laboral habitual y estén debidamente justificados. Sin embargo, el dinero se entregaba a los miembros de la corresponsalía de la mayor ciudad de Estados Unidos cuando comían dentro de su horario de 7 horas habitual o, incluso en algún caso se había trabajado menos horas.

BUENOS AIRES (2010)

La capital argentina es una de las dos ciudades en las que se han detectado una mayor cantidad de irregularidades. En las corresponsalías, se puede justificar el uso de taxis si es de forma excepcional y se justifica. Sin embargo, en Buenos Aires ese tipo de transporte es de utilización habitual y de difícil justificación.

En total se tomaron en torno a 720 taxis en un año, con un gasto medio de 12 euros por trayecto, de forma que el casto en este concepto se elevó a 8.660 euros. El Tribunal de Cuentas sostiene que el taxi se convirtió en «el medio habitual de transporte para los miembros de la corresponsalía» y que la justificación junto a la factura aparecía escrita a mano «y por motivos excesivamente genéricos y ambiguos».

En otro viaje más largo que un trayecto en taxi dentro de la ciudad también se ha detectado una incidencia. Dos miembros de la corresponsalía hicieron un viaje de trabajo a Chile y no se ha podido comprobar si la liquidación de la dieta fue la correcta. Ninguno de ellos aportó el billete de avión para justificar el gasto, sino que entregaron una factura de la agencia de viajes donde no figuraba el horario de los vuelos.

Debido a que el personal se negó a trabajar fuera del horario de 9 a 17 horas, aunque se les compensase con días libres, hubo que contratar a empresas externas para las labores que se hicieran fuera de ese horario. Esto costó a la RTVE 8.026 euros en un año para la contratación de un técnico de sonido y un equipo de cámara. Además, hubo que pagar 1.579 euros a otro equipo de cámara externo debido a que los miembros de la corresponsalías se negaron a desplazarse un día fue a de Buenos Aires, en concreto a Rosario.

Un caso extremo de irregularidades en la contratación de servicios externos por parte de la corresponsalía en Buenos Aires tuvo como escenario tres países. Además de Argentina, España y Brasil. En este último había que realizar una entrevista para Informe Semanal. Lejos de recurrir a una empresa brasileña, se contrató a una de Cádiz que cobró 1.300 euros. Según la corresponsal, esta era la opción más barata. Pero los gastos no terminaron en los 1.300 euros ya señalados.

No está permitido pagar los gastos propios de una productora. Aún así se pagó, a pesar de que la responsable de pagos de la corresponsalía avisó de que era ilegal, hoteles, comidas, bebidas, alojamiento y «servicios varios del hotel» por 717 euros. Para rematar, los pagos se hicieron en efectivo (algo prohibido en Argentina para las cantidades desembolsadas) y con una factura sin el Cuit (equivalente argentino a CIF español) y sin IVA y que no había pasado por el Registro centralizado de facturas de RTVE.

MOSCÚ (2011)

Como en Nueva York, la norma en Moscú era pagar a sus seis empleados las comidas prácticamente todos los días del mes. En total, se pagaron 960 almuerzos por una suma de 6.641 euros. Nunca se justificaba el motivo del pago y el horario, como en la ciudad estadounidense, no sobrepasaba la jornada laboral normal.

Pero no es la única irregularidad. De hecho, los casos son tan numerosos como en Buenos Aires. En cuatro ocasiones se contrató a un cámara y en otras dos a una productora por una cantidad total de 1.251. Lo peculiar es que no consta factura por estos servicios y la única documentación aportada son meros ‘recibí’ como justificante. Lo mismo ocurre por cuatro servicios de instalación de sistemas informáticos (234 euros). A un conductor se le abonaron 360 euros por sus servicios durante cuatro días, sin que exista tampoco factura justificativa alguna.

El corresponsal en Moscú solicitó en varias ocasiones autorización para pagar gratificaciones a su personal por exceso de horario en algunos desplazamientos realizados. A pesar de que ni la Dirección de Recursos Humanos ni el Director General Corporativo lo autorizaron, el Director de Coordinación de Producción dio su visto bueno y se pagaron 2.250 euros por esas gratificaciones en 2011.

RABAT (2011)

Recurrir a una empresa española no es algo que sólo haga la corresponsalía de Buenos Aires. También lo hace, y con una gran cantidad de irregularidades, la de Rabat. No contaba con cámara y ayudante de producción contratados por RTVE, y en su lugar se usaban los de estos profesionales de una empresa con sede en España que factura por los servicios prestados. Pero no sólo se pagaron dichos servicios. También se le abonaban los billetes de avión, los alojamientos y las comidas. En total, se pagaron a esa compañía externa 227.278 euros en 2011.

Se da la circunstancia de que no se firmó contrato alguno con la productora que ofrecía sus servicios a la corresponsalía en Rabat, con lo que se incumplieron «los principios de publicidad y concurrencia que rigen la contratación por parte de las empresas públicas», además de suponer riesgos añadidos innecesarios. Al no haber formalización del contratos, los trabajadores subcontratados podrían reclamar a RTVE la existencia de una relación laboral o en caso de un accidente de trabajo las consecuencias legales para la corporación son evidentes. Además se suman peligros de índole mercantil «ante reclamaciones en caso de resolución por incumplimiento de las condiciones de trabajo).

 

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Autor

Antonio Chinchetru

Licenciado en Periodismo y tiene la acreditación de suficiencia investigadora (actual DEA) en Sociología y Opinión Pública

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