El espacio televisivo de Cuatro al mediodía, ‘Las Mañanas Cuatro’ con la conducción de Jesús Cintora, contó en la jornada de 18 de marzo de 2014 con la presencia mediante videoconferencia de uno de los jueces más controvertidos del panorama español, inhabilitado ahora, Baltasar Garzón.
Interrogado por el presentador y por el elenco de tertulianos asistentes a la mesa de debate, Garzón fue desentrañando uno a uno los temas de la actualidad. La periodista Isabel San Sebastián o el polémico profesor de universidad y líder de la plataforma ‘Podemos’, Pablo Iglesias, fueron algunos de los que lanzaron sus cuestiones hacia el magistrado apartado de su labor.
La más contundente de las apreciaciones del juez, encontró en otro protagonista ausente la diana perfecta. Federico Jiménez Losantos, el controvertido periodista de EsRadio, fue traído a colación por el propio Garzón, a causa de los motivos aún pendientes de la dantesca fecha del 11-M y sus eternas consecuencias:
«Casi podría contar un hecho personal y directo, entre el Señor Jiménez Losantos y yo mismo. A mí también me hizo objeto de sus atenciones lingüísticas, y llegó a decir casi que yo era el responsable del 11-M. Sin embargo, yo lo demandé y el tribunal decidió que la libertad de expresión se imponía y que al ser una personalidad que tenía trascendencia pública tenía que soportar aunque la crítica rallara lo inaceptable».
Por su parte, Isabel San Sebastián se mostró contundente dirigiéndose hacia el juez en un tono serio y directo, con un contenido no menos rígido:
«Señor Garzón, pide usted respeto por las decisiones judiciales, yo también lo pido en el caso Gürtel y en todos los demás, igual que pido respeto por la independiecia del poder legislativo a la hora de legislar, y le pregunto si tiene usted el mismo respeto por la independencia y por la decisión del Tribunal Supremo que le condenó a usted por prevaricación.
Aquí venía la respuesta de Baltasar Garzón a la acometida de la periodista:
«He respetado al Tribunal Supremo y al sistema judicial, participé en el juicio, no demostré una intención de desacato, pero no puedo estar de acuerdo con la sentencia que dictaron, discrepo jurídicamente de esa sentencia y por eso estoy impugnándola ante el Tribunal Europeo de Derechos Humanos».