Jaime González: "Tu estrategia siempre es la misma; pasas al ataque, te parapetas en la ofensiva, y no respondes a las preguntas. ¡Pablo, que te he escuchado con mis oídos en tu vida pasada justificar la violencia de ETA!"
La primera intervención pública de Pablo Iglesias en el Parlamento Europeo situado en Bruselas se convirtió en cuestión de minutos en la noticia del día en los diferentes programas televisivos dedicados a la política. Al unísono, ‘Más claro agua’ de 13TV, ‘Al rojo vivo’ de laSexta o ‘Las mañanas de Cuatro’ ofrecieron el discurso accidentado del líder de Podemos, al tiempo que ofrecieron la última perla de Iglesias en relación al asunto de los apoyos a la asociación proetarra Herrira —Así saluda Pablo Iglesias a los proetarras de Herrira: «Hay que acabar con el conflicto»–.
El tema salió también en el programa de mediodía en Cuatro con Jesús Cintora en la presentación, y el tertuliano de cabecera de este espacio, el propio Pablo Iglesias, participó una vez más por videoconferencia desde Bruselas, como acostumbra últimamente, para expresarse al respecto. Allí se iba a montar el lío de dimes y diretes, entre el profesor universitario metido a político y el periodista del diario ABC Jaime González.
No era la primera vez que chocaban sendos contertulios de ‘Las mañanas de Cuatro’ —Cintora babea con su amigo Pablo Iglesias y se burla de Jaime González: «Anda, tómate un sorbito de agua»–, y quién sabe si será la última, ya que los colaboradores de la derecha mediática, o los «perros de la derecha» como diría el propio Pablo Iglesias, han ido desfilando poco a poco por la puerta de salida del espacio de Cintora —Quevedo retrata a Cintora como el pelele de Pablo Iglesias: «Le incitó para que yo no volviera al programa»–:
Jaime González: «Yo no voy a caer en el simplismo de decir que Podemos es ETA, no juzgo a nadie con carácter preventivo».
Pablo Iglesias: «No es simplismo, es mentira».
Jaime González: «Bueno, por eso quiero que te expliques. ¿Es verdad que tú has tenido contacto con el aparato de los presos de ETA? Y en consecuencia, ¿tú entiendes que ETA en algún momento tuvo una justificación para llevar a cabo la violencia? Y no te me vayas por los cerros de Úbeda».
Pablo Iglesias: «Tú sabes que yo nunca me voy por los cerros de Úbeda. ¡Ninguna justificación política! ¡Ninguna justificación política! Y Podemos condena la actividad de ETA. Fin de la cita. […] Yo participé en una reunión que fue pública en todo momento . Al programa que yo presento han venido personas de todos los partidos, yo siempre he estado dispuesto para discutir de todo y con todos, y que algunos utilicen esas cosas para atacarnos y para mentir de esa manera revela su miserable condición moral y lo bajo que puede caer el periodismo cuando defiende intereses políticos y económicos de difícil justificación».
Jaime González: «La apelación que has hecho al periodismo da para otro debate, pero creo que no me has respondido. Yo te he visto en una herriko taberna en el País Vasco hablando de la explicación que tenía en un momento determinado ETA, y ahora me sales discutiendo que condenas el terrorismo. Te vuelvo a preguntar para que me respondas con toda la concreción del mundo. ¿Crees que en un momento determinado, ETA tenía una explicación de corte político? ¿Sí o no?»
Pablo Iglesias: «Yo he ido todos los sitios donde me han invitado a hablar… Hablo y discuto con cualquiera en cualquier sitio. Hablar de explicaciones políticas no supone hablar de justificaciones».
El debate entre periodista y político iba, poco a poco y a pesar de la distancia, subiendo de tono:
Jaime González: «Tu estrategia siempre es la misma; pasas al ataque, te parapetas en la ofensiva, y no respondes a las preguntas. ¡Pablo, que te he escuchado con mis oídos en tu vida pasada justificar la violencia de ETA! La pregunta es muy concreta… ¿En este momento tú qué harías con los presos de ETA?»
Pablo Iglesias: «Jaime, yo siempre respondo a tus preguntas directamente. Yo nunca me escondo. Pero te pido que no mientas, no digas que yo he justificado jamás a ETA porque es mentira, y si actúas como un mentiroso yo seguiré respondiendo a tus preguntas. Porque a mí no me asustáis la gente como tú, pero te diré lo que eres, ¡un mentiroso y un manipulador!
Jaime González: «Tú puedes insultarme todo lo que quieras…»
Pablo Iglesias: «Sí, sí, claro que sí, no te insulto, te defino, por desgracia. Y te tengo aprecio, pero cuando te comportas como un miserable te lo digo a la cara, no como otros que no decís las cosas a la cara. En política penitenciaria yo haría lo mismo que hizo José María Aznar cuando era Presidente, aplicar la legislación española […]. ¿He contestado o no he contestado directamente a tu pregunta?»
Jaime González: «La has contestado con los insultos propios de quien no tiene argumentos, pero ahora, como al parecer yo soy un miserable, te voy a trasladar una opinión de esta mañana de Mari Mar Blanco, la hermana de un asesinado por ETA, en la que ha dicho exactamente lo mismo que yo, que en un momento determinado de tu vida pasada justificaste la violencia de ETA. ¿Serías capaz de decir que Mari Mar Blanco también es una miserable».
El debate iba llegando a su fin, pasado el clímax:
Pablo Iglesias: «Mentir cuando se es una persona inteligente y educada solo es propio de miserables».
Jaime González: «Yo jamás llamaría miserable a Pablo Iglesias. Yo puedo ser muy miserable, pero tengo oídos, y te invito a que tú y yo juntos escuchemos ese vídeo en la herriko taberna, y entonces mirándome a los ojos, me vas a llamar miserable».