Cristina Cifuentes: "Se está haciendo por parte de muchos una utilización partidaria de la Justicia para atacar"
Al final, el mundo de la política y el de los medios de comunicación también se rigen por modas. Y la moda del momento parece ser la de interponer demandas por doquier, aludiendo al derecho al honor, y si de por medio hay algún periodista querellado, pues mejor.
Por ahí van dos de las últimas noticias mediáticas más relevantes de los últimos días. En primera instancia, con la plataforma Podemos y su líder Pablo Iglesias interponiendo una demanda a Esperanza Aguirre y al adjunto a la dirección del diario El Mundo, Eduardo Inda, por asegurar que el político de nuevo cuño, antes profesor universitario y forjado en las tertulias televisivas, elogió a la banda terrorista ETA e hizo apología del terrorismo. Para ello, la ocurrencia de Iglesias fue pedir limosna a sus seguidores —Podemos da otra vuelta de ‘tuerka’: logra 10.000 € en 3 horas a tiro de ‘crowdfunding’ para demandar a Aguirre–. Ni la presidenta del PP en la Comunidad de Madrid ni el reconocido periodista de Unidad Editorial tienen intención de rectificar —Eduardo Inda responde a la demanda de Pablo Iglesias: «A él le gustaría amordazarme»–, de modo que se avecinan episodios judiciales.
El segundo de los capítulos con querella de por medio alude a otros dos periodistas y a una cadena televisiva. Isabel Durán y Alfonso Rojo, así como 13TV, han sido demandados por el abogado, editor de la revista Mongolia y exconvicto, Gonzalo Boye —‘El Cascabel’ denuncia lo que pasa por hablar de Boye: «Te ponen 300.000 euros y amordazan a la prensa»–. Y es que al letrado que últimamente lleva los asuntos del juez Elpidio Silva, le pareció una ofensa que en el programa ‘El Cascabel’ recordaran su pasado y lo tildaran de ‘terrorista’ —Isabel Durán sobre el juez Elpidio Silva: «Me parece de una gravedad extrema un tío que se acompaña de un abogado terrorista y va pidiendo 200.000 euros…»–. Boye fue condenado a 14 años de prisión en 1996 por colaborar en el secuestro de Emiliano Revilla, y fue en la privación de libertad donde estudió la carrera de derecho.
De nuevo en el programa ‘El Cascabel’ de 13TV en la noche de 16 de julio de 2014, salió espontáneamente el asunto de las últimas querellas que están haciendo mella en el ánimo de los periodistas al ejercer su labor. Probablemente algo que se busca en todo esto. Isabel San Sebastián fue quien, en presencia de la invitada Cristina Cifuentes, explicó quejosa cómo se queda la profesión periodística ante este acoso en forma de querellas. Y no es la primera vez que la periodista denuncia estas artimañas —Isabel San Sebastián: «Es una sinvergonzonería cuando ganas 13.000 euros pedir dinero y sablear a tus seguidores» –:
Me preocupa mucho lo de las querellas, porque se está convirtiendo en una herramienta de presión sobre el discrepante, y no solo del político, también del periodista. En esta casa tenemos a dos periodistas que están siendo presionados con querellas, además por procedimientos tan viles como hacer una cuestación pública entre tus afiliados para que te den el dinero para poder sostener una querella [se refiere al crowdfunding realizado por Podemos].
¿Entonces los periodistas qué tenemos que hacer? ¿Cuestaciones públicas también? ¿Pedir a los espectadores que nos hagan donaciones para poder hacer frente a las querellas que pone esta gente cada vez que dices algo en el uso de tu libertad de expresión sin traspasar, por supuesto, el ámbito de la protección al honor? ¡A mí me ha pasado!
[…] Aunque al final ganes la querella, te van a hacer depositar una fianza, pagar a un abogado, a un procurador… ¡Es una manera de callarte, de silenciarte! ¡De que te pongas tú la mordaza preventivamente!
Cristina Cifuentes, delegada del Gobierno en Madrid, quiso aportar al debate su granito de arena refiriéndose a esta situación de las demandas, explicando su problema en los tribunales con la exportavoz de la Plataforma de Afectados por la Hipoteca, Ada Colau:
Este tema es muy perturbador. Yo en la vida había ido al tribunal… Pero de repente me paso el día con unas cosas y con otras. Tengo ahora en el mes de septiembre una demanda, que no es querella, muy bien aconsejada por sus abogados la señora Ada Colau, no fue por la vía penal sino por la civil porque se admiten automáticamente, y ella lo que quería era tener una repercusión mediática. Dice, que no es verdad, que yo la he llamado ‘terrorista’ en un programa de radio. Dije que había personas relacionadas con la plataforma a la que ella pertenecía [PAH] que tienen algún tipo de relación con el entorno abertzale. Yo no soy aforada ni quiero serlo, y esta señora me pide 75.000 euros de indemnización, desde luego como tenga que pagárselos voy a hacer lo que Pablo Iglesias.
Pero recuerda la política que hay un doble rasero, pues algunos reciben todo tipo de atropellos continuamente y la Justicia no hace nada al respecto —Una miembro de la plataforma de Ada Colau llama «raquítica» a Cifuentes en Twitter–:
Se está haciendo por parte de muchos una utilización partidaria de la Justicia para atacar. La libertad de expresión no opera para todos igual… Porque a mí me han puesto una demanda civil por decir lo que dije, y sin embargo esta señora llamó a uno asesino en sede parlamentaria y no pasó nada; y el señor Pablo Iglesias nos ha llamado fascistas, cachorros del franquismo y de todo…