La pequeña pantalla de EEUU se libra del pudor

La televisión americana se pone cachonda: las series venden ahora sexo

Guiones, personajes y realización han sacudido los cimientos clásicos de la narrativa hollywoodiense

La televisión americana se pone cachonda: las series venden ahora sexo
Televisión, audiencia, información y propaganda. PD

Que las producciones televisivas de cadenas norteamericanas hayan provocado un fantástico terremoto de creatividad en el sector audiovisual dejó de ser una impresión para convertirse en una realidad contundente.

Guiones, personajes y realización han sacudido los cimientos clásicos de la narrativa hollywoodiense.

También la moral, muy estricta en lo referente al sexo y las escenas de desnudo. Las sábanas tapando artificialmente partes del cuerpo en escenas de cama que tanto ha cuidado la industria durante las últimas décadas resultan ahora más embarazosas que nunca ante la liberación sexual en la pequeña pantalla.

Las mejores series venden sexo. O es el sexo el que las vende. De esto se han dado cuenta las cadenas, muy dispuestas ahora a que sus producciones enganchen desde el primer episodio con una buena secuencia sexual, sin tapujos ni demasiado romanticismo, pero sí mucha carne.

El prestigioso canal de pago HBO fue quien inició esta revolución sexual con la serie más atrevida de finales de los 90, Sexo en Nueva York, donde, salvo para la protagonista -Sara Jessica Parker decidió proteger sus partes íntimas con un blindaje contractual-, las escenas de sexo eran muy explícitas y abundantes.

La cosa pareció funcionar, y el canal siguió con la apuesta sexual llevándola a terrenos más oscuros y menos ortodoxos: True Blood fascinó a muchos desde su primer episodio con escenas de un sexo tan explícito y políticamente incorrecto como nunca se había visto en televisión.

Ficciones sin pudor

Y tras esto, las producciones comenzaron a apuntarse al carro, ya con menos pudor. Ahí está el ejemplo de Californication, protagonizada por David Duchovny, que, como avisa desde su título, no hay capítulo en el que falte sexo explícito y a, veces, hasta estrambótico, con escenas de lo más divertidas.

Juego de Tronos, una de las ficciones más populares de la actualidad, es también una de las que más ha explotado el aspecto sexual de algunos de sus personajes.

Últimamente, parece incluso que existiera una suerte de competición por mostrar, lo antes posible en el capítulo piloto, una contundente escena de cama.

Así lo apunta el diario ABC, destacando que la nueva serie dirigida por el cineasta Steven Soderbergh, The Knick, tarda solo 15 segundos en tentar a su público con un plano medio del torso desnudo de una mujer, de los pechos al pubis.

Su récord será difícil de batir, aunque otras producciones rondan cerca: True Detective tarde 38 segundos en ofrecer un topless; Los demonios de Da Vinci, 59 segundos para sorprender al público con un integral de espaldas de uno de sus personajes; o Banshee, que propone un coito sin mucho que esconder a los pocos segundos de pasar su primer minuto.

 

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