No funcionó el estreno de El debate, que arrancó con menos de medio millón de espectadores y un 5% de share
El estreno de Julio Somoano, director de informativos de TVE, delante de la cámara en un programa nuevo de debate político en la cadena pública, fue el pasado miércoles 8 de octubre de 2014. El portal ‘El Semanal Digital’ analiza en este artículo el arranque del nuevo espacio, los datos de audiencia y la figura del buque insignia -el propio Somoano-, entre otras cosas:
Julio Somoano se puso este miércoles por primera vez ante las cámaras de ‘El debate de La 1’, asfixiado entre dos facciones. La izquierda lo detesta, por eso se ha convertido en diana del progresismo mediático. Y la sindical lo lincha en público. Tanto CCOO, que denunció el cerco informativo que sufre Podemos en RTVE, como UGT, que controla el Consejo de Informativos, ése que pide su inmediata destitución por «la pérdida de prestigio, credibilidad y audiencia de los Telediarios».
Pero el entorno del PP tampoco le ríe las gracias. Ni el mediático, donde está considerado un «blando», ni el núcleo duro conservador del Ente, con Jenaro Castro a la cabeza.
Se supone que ahora Somoano respirará más tranquilo con la llegada de José Antonio Sánchez, que ya fue su patrón en Telemadrid. Este miércoles se estrenó como nuevo conductor de El debate de La 1, formato heredero de 59 segundos. Así arrancó:
«Bienvenidos a este espacio de reflexión y debate. Nos hemos propuesto que sean expertos los que nos ayuden a analizar en profundidad la situación que vive Cataluña».
La mercancía que ofreció era cierta, tanto reflexión como expertos, pero pocos espectadores pudieron aguantar frente al televisor frente al tremendo narcotismo que inyectó el encriptado, farragoso, burocrático y lento espacio de tertulia.
Quizás nos hemos acostumbrado a la corrala gritona que montan las privadas y cuando nos ofrecen un «espacio de reflexión con expertos» nos quedamos «sopa». Pero ni tanto como las privadas ni tan calvo como lo de Somoano.
Aun así hay que agradecer la renovación de caras, el respeto entre contertulios y los conceptos de gran altura utilizados, en un debate que movía el director de Informativos de TVE con preguntas abiertas a los tertulianos.
LOS NOMBRES PROPIOS
Al primer programa acudieron por un lado Enric Juliana, adjunto al director de La Vanguardia, y un representante del Ómnium Cultural -ya que Somoano puntualizó que los de la Asamblea Nacional Catalana rechazaron la invitación con la excusa de su cargada agenda-. Por el otro, un portavoz de la Sociedad Civil Catalana y Arcadi Espada, acompañado por su habitual pedantería y por un tupé digno de Makinavaja.
Somoano cayó en la trampa nacionalista al presentar a sus tertulianos como «nacido en Badalona» o «nacido en Manresa», como si solo los nacidos en Cataluña tuvieran pedigrí para hablar de un tema que nos afecta a todos.
Lo mejor de la noche más que el debate en sí, fue una entrevista a José Luis Rodríguez Zapatero, que mostró un discurso europeísta, dialogante y comprensivo hacia Cataluña, manteniendo su tesis que dice que la falta de apoyo del PP al Estatut ha traído estos lodos tras la incomprensión de la ciudadanía catalana a la sentencia del Constitucional. Somoano tuvo reconocer con mala cara que José María Aznar no aceptó la invitación.
El periodista, que antaño se disfrazaba con camisetas de Federico Jiménez Losantos o escribía tesis que decían que parte de la mala prensa de la derecha era que en series como Aída los personajes conservadores eran caricaturizados como garrulos, no tiene remedio en cuanto al share.
Las audiencias nunca le funcionan. En Telemadrid fue apartado de las noticias del prime time tras hundirlas, los Telediarios se han caído bajo su batuta -pese a los trucos dignos de privadas como separar los titulares del informativo en sí o emitirlo a la vez por el Canal 24 horas- y los especiales de la temporada pasada sobre el Papa Francisco, JFK o Dalí no funcionaron.
Tampoco ha funcionado el estreno de El debate, que arrancó con menos de medio millón de espectadores y un pobre 5% de share, que son casi cuatro puntos y medio menos que lo que promedió La 1 el miércoles. Menos mal que el programa se emitirá cada quince días…
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