Lo que cuesta digerir es que se hayan sumado al carro gentes que se hacen llamar periodistas y cobran como tales en medios públicos y privados
Entra dentro del guión que Podemos ponga el grito en el cielo y agite las redes sociales, usando a sus 400 activistas en Twitter (Enrique Riobóo a Pablo Iglesias: «Eres un defraudador y un mentiroso»).
También que los paniaguados de UGT, inmersos como estan en el masivo latrocinio de los EREs andaluces y los cursos de formación, pidan la destitución inmediata de Sergio Martín, el joven profesional de TVE que entrevistó a Pablo Iglesias el pasado viernes 5 de diciembre de 2014.
Lo que cuesta digerir es que se hayan sumado al carro gentes que se hacen llamar periodistas y cobran como tales en medios públicos y privados, supuestamente indignados porque Sergio Martín puso sobre el tapete el siempre espinoso asunto de ETA, sobre el que el líder de Podemos y sus principales ayudantes tienen excesiva y comprometedora hemeroteca y mucha declaración en Youtube.
Sergio, con el telón de fondo de la puesta en libertad del asesino Santi Potros y recordando que Pablo Iglesias ha dicho más de una vez que está a favor de que salgan de la carcel los terroristas de ETA, comentó educadamente al eurodiputado de la coleta:
«Hemos visto a Pablo Iglesias defender la salida de los presos de ETA de las cárceles. Esta semana está usted de enhorabuena, entonces…».
Aludía el presentador a la polémica excarcelación de presos etarras que se está produciendo estos últimos días, merced a las divergencias de criterio de jueces de la Audiencia Nacional y a una normativata europea que no es de obligado cumplimiento en España (Los terroristas de ETA en prisión proponen a sus compinches que voten a Podemos y no a Amaiur en las elecciones generales).
Consciente de lo que le pueden costar en votos sus veleidades con los filoetarras y sus excesos verbales en las herrikotabernas, Pablo Iglesias se envaró y su gesto confuso unido a su falta de explicaciones razonables, ha servido a todos los que ven el periodismo como masaje, para lanzarse a degüello contra un buen profesional.
En otro momento de la entrevista, después de que Pablo Iglesias afirmara que existen recursos suficientes en España para aplicar el programa económico de Podemos ya que se pueden recaudar muchos mas impuestos si se obliga a pagar a los que no lo hacen, Alfonso Rojo le preguntó festivo si entre los que evaden no estará él, a quien su exsocio Enrique Riobóo acusa de cobrar comisiones en negro para eludir el IVA («Te acusan de no pagar el IVA y tú dedicado al mejillón en Bruselas»).
Iglesias, en lugar de responder, se fue directo a sus notas y comenzó la letanía:
«Es tremendo que a la televisión pública vengan periodistas condenados por mentir. La FAPE ha condenado a Alfonso Rojo por violar su código deontológico al calificar de pardilla a una mujer víctima de la violencia de género».
Este lunes, 8 de diciembre, tres días después, la presidenta de la Federación de Asociaciones de Periodistas de España, Elsa González, puntualizó al secretario general de Podemos que la FAPE «no juzga a los periodistas».
«Lo que hace la FAPE es defender la libertad de información; no condena a nadie y menos a un periodista».
«La FAPE cree firmemente en la autorregulación que, además, reduce la judicializacion en el ámbito periodístico. Rechaza los cierres, las multas, las condenas. Por eso apostó, desde hace casi una década, por una Comisión cuya sanción sea exclusivamente moral».
Elsa González explicó que las resoluciones de la Comisión responden a las quejas presentadas por quienes se consideran afectados por alguna información emitida por un medio de comunicación.
«Efectivamente, esa Comisión emitió una resolución que afectaba al medio que dirige Alfonso Rojo, pero, en ningún caso condenó a nadie por mentir, como ha afirmado Pablo Iglesias, porque este órgano ético no condena; y que quede claro que ningún periodista debe estar censurado en un medio público español. Vivimos en un país democrático».
Con respecto a las llamadas a la censura, hechas por el líder de Podemos en TVE, algunos sindicalistas y supuestos colegas que pretenden acallar a Sergio Martín, conductor de 24Horas de TVE, la presidenta de la FAPE, manda un tajante mensaje final a la profesión:
«Concentremos nuestras fuerzas en controlar al poder político y económico. No pongamos la lupa en los periodistas y en su ejercicio profesional».
