¿CON UNA MENOR DE POR MEDIO?

Los mensajes de un alto cargo sacan lo más escabroso del Caso Nicolás

La vertiente sexual siempre ha estado presente en el asunto del joven aunque sólo fuera por rumores varios. Pero la posibilidad de que atesore material sensible ha subido la temperatura

Los mensajes de un alto cargo sacan lo más escabroso del Caso Nicolás
El 'Pequeño Nicolás', ahora Fran para los periodistas abducidos por el farsante. PD

El lado más tórrido del affaire Francisco Nicolás está dando mucho qué hablar estos días. Aunque no es la primera vez que sale a relucir desde que el asunto pasara a ser algo que más que el arresto de un presunto friky que se retrataba con altos mandatarios y empresarios.

El enfoque sexual del caso Nicolás ha estado presente casi desde el primer momento aunque de manera velada y en forma de insinuaciones. Desde la versión de Arturo Fernández de que le presentaba como su «sobrino» para no dar lugar a maledicencias a la declaración rotunda de Nicolás en su primera entrevista en Telecinco sobre su condición heterosexual.

Incluso la mención de su «padrino», Jaime García Legaz, a que se querellaría contra quien señalase una «relación especial» con el joven pudo leerse con intención.

Después llegaron los mensajes de Whatsapp filtrados de forma conveniente con las «ofertas» del muchacho de tomar copas con unas amigas en casa del secretario de Estado.

En todo caso, el asunto del sexo ya estaba tardando en este culebrón en que se han convertido las andanzas del pequeño Nicolás. La segunda entrevista del pasado sábado apuntó hacia el opaco tema del video del hotel Meliá Castilla, sin olvidar las alusiones a otra grabación al comisario jefe de Asuntos Internos.

Pero otra cuestión planea desde hace varios días por las redacciones a raíz de ese presunto material sensible: la posibilidad de que Francisco Nicolás tenga a buen recaudo los mensajes cruzados entre un alto cargo y una de sus amigas que trazarían con brocha gorda una infidelidad con una menor.

La aparición de la famosa foto en que el presidente de la CEIM se echaba la siesta en el famoso chalé de la madrileña colonia de El Viso ha dado mucho de qué hablar después de conocerse que el edificio estaba trufado de cámaras de seguridad.

Las especulaciones sobre la posesión de «material sensible» corren parejas a quienes consideran que detrás de cierto auge del autoproclamado «conseguidor» no sólo había asuntos de negocios, sino otros más comprometidos en lo personal.

¿Caso Profumo en versión cutre-española o fuegos de artificio de un Nicolás cercado en una huida hacia adelante? La respuesta está pendiente pero por el momento el presunto material de todo tipo que custodiaría el joven está dando muchos dolores de cabeza a algunos.

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