Por primera vez en la historia de España un miembro de la Familia Real se sentará en el banquillo de los acusados. La infanta Cristina será juzgada por la Audiencia de Palma como presunta cooperadora necesaria de dos delitos fiscales cometidos, presuntamente, por su marido, Iñaki Urdangarín.
En el juicio, previsto para mediados del 2015, la Infanta podría enfrentarse a una pena de ocho años de cárcel, cuatro por cada delito fiscal, tal y como lo ha decidido el auto de apertura de juicio oral del caso Nóos dictado el lunes 22 de diciembre de 2014.
Según el juez Castro ha descartado la ‘doctrina Botín’ y pide a la hermana del Rey 2.600.000 euros de responsabilidad pecuniaria.
Miquel Roca, abogado de la Infanta Cristina, «discrepa de la resolución judicial» y asegura que «viene a contradecir huna doctrina muy establecida y muy consolidada». Roca confirma que llevarán a cabo un recurso de apelación.
La noche del 22 de diciembre de 2014, los tertulianos de ‘El Cascabel’ de 13TV debatieron sobre el auto y sobre si la Infanta Cristina debería o no sentarse en el banquillo de los acusados. El periodista y director de opinión de ‘ABC’, Jaime González, criticaba el juicio que se ha realizado ya en la calle y cree que la sociedad no aceptaría que la Infanta fuera declarada inocente:
Lo que no podemos hacer en ningún caso es contribuir más a esta ceremonia de la confusión. No voy a entrar a decir quién es el malo o el bueno, si el juez o el fiscal, los dos son dos profesionales del derecho.
Tengo la sensación de que el juicio de la calle se ha impuesto al juicio de las leyes.
Creo que hay mucha gente que solo aceptará un resultado que sea condenatorio a la Infanta, y que si no se produce un resultado condenatorio dirán que no hay justicia. Nos estamos dejando llevar mucho por los sentimientos de la calle. Una cosa es el juicio del mercado, la señora que está delante de una pollería pues establece una relación causa-efecto. En un Estado de Derecho quién tiene que demostrar la culpabilidad de la Infanta es la justicia. Ella no tiene por qué demostrar que es inocente, que me parece que es un concepto que se ha perdido.
Ha habido muchos sentimientos cruzados y muchas ganas de desearle lo peor a la Infanta Cristina porque es la Infanta Cristina.
Si al final la infanta Cristina se sienta en el banquillo de los acusados, que casi es lo mejor que le podía pasar, y es declarada inocente, por favor, que la gente acepte que es inocente porque es inocente no porque haya habido presiones de las instituciones del estado.
Por su parte, el periodista José Manuel Yáñez asegura que acatará la resolución judicial y será «feliz» tanto si es condenada como si no, siempre que haya motivos y pruebas suficientes para ambos casos:
No me hace especialmente feliz que un miembro de la Casa Real se tenga que sentar en el banquillo pero, me hará feliz que si se sienta en el banquillo sea porque proceda en derecho. Me hará feliz si al final no es condenada porque jurídicamente no haya materia suficiente como para que no sea condenada pero, también me hará feliz que sea condenada si los tribunales lo estiman oportuno.
Jaime González responde criticando la sabiduría de los periodistas en casos en los que hay profesionales que tienen más valor que las palabras de la prensa:
Los periodistas tenemos una especial propensión a meternos en camisas de once varas. Yo me pongo a analizar las piezas del fiscal y del juez y yo soy periodista, tendrán muchos más elementos de juicio dos personas que son profesionales de la materia que un periodista. A este paso los periodistas vamos a saber más del virus del ébola más que los médicos, de derecho más que los jueces y los fiscales… Yo conozco mis limitaciones.
Como monárquico convencido que soy, creo que llegados a este punto del proceso, lo mejor para la institución monárquica es despejar cualquier sombra de duda. Tú te sientas y que actúe la justicia.