¿Está Podemos echándose en brazos del separatismo? La presencia de la investigadora universitaria Gemma Galdón en el acto de Podemos en Barcelona ejerciendo como maestra de ceremonias levantó todas las sospechas. Muchos recordaron cómo fue precisamente la mediática tertuliana de izquierdas la que hizo despedir a un chófer de Canal Catalá por llevar la bandera española en el salpicadero.–Una de las musas de Podemos hizo que despidieran en Cataluña a un chófer por usar la bandera española—
Las apariciencias engañan. El redactor jefe de Periodista Digital, Luis Balcarce, ha trazado la estrategia de Podemos en Cataluña en ‘La Marimorena’ de Carlos Cuesta de 13TV.
Balcarce ha matizado que Galdón no pertenece a la alcurnia nacionalista –de hecho fue puesta en una lista negra en 2011 de intelectuales contrarios al separatismo por los fontaneros de Convergencia– sino a la izquierda radical catalana antisistema que ha sido educada en las mentiras y falacias del nacionalismo catalán, en el odio a España y a la Constitución:
«Galdón y toda la izquierda radical catalanista es hija del pujolismo, que defiende la inmersión lingüistica y todas los atropellos a los castellanohablantes pero no tienen el síndrome de Estocolmo con los nacionalistas como el PSC»
Por eso quieren matar al padre, y el padre es Pujol, el padre es Convergencia, porque no les ha permitido crecer electoralmente y porque están hartos de ver «cómo el nacionalismo catalán y sus familias se lo llevan crudo y a ellos sólo les caen las migajas».
Por el contrario, sienten un profundo desprecio, un desprecio de clase inferior, por los nacionalistas catalanes con «los que nunca se abrazarían como dijo Pablo Iglesias en el mitin de Podemos en clara referencia a David Fernández de la CUP por darse un abrazo con Artur Mas el 9-N».
«Para la izquierda radical catalana el ‘negocio’ no es la independecia –el derecho a decidir no entra ahora en la agenda de Podemos– sino desbancar a la derecha del poder. Por eso la izquierda catalana ha recibido a Iglesias como a un mesías y le sigue como al flautista de Hamelín: porque ha roto el debate Cataluña-España y ha dicho que el enemigo es la derecha, y para ellos la derecha es el PP y también Convergencia, que les ha dejado siempre fuera del reparto»