En solo tres meses de Presidencia en RTVE, José Antonio Sánchez ha conseguido apagar varios fuegos que ardían en la Corporación pública. El principal ha sido el económico, ya que el periodista onubense ha marcado una línea sostenible de cara al futuro.
La última medida que Sánchez podría tomar es dar de baja a RNE del EGM, un estudio de audiencia realizado para las radios comerciales, que venden su publicidad según sus registros de audiencia, algo que no concuerda con una RNE sin publicidad.
El presidente lo anunciaba así en la última comisión de control de RTVE en el Congreso: «No nos sentimos reflejados en el EGM. Tenemos la mayor red, RNE se oye en todos los pueblos, incluso hay pueblos en los que sólo se escucha esta emisora. Creemos que tenemos más audiencia de la que nos da. Vamos a estudiar detenidamente nuestra situación y tomaremos una decisión».
Lo que no saben algunos agoreros es que esta medida es principalmente económica, ya que ahorraría a RTVE los alrededor de 300.000 euros que paga por el estudio, del que Sánchez ya dio de baja a Radio Nacional en 2003.
La segunda medida, quizás la principal, es el plan de ahorro y gestión de recursos humanos impulsado, que ahorrará 24 millones de euros a RTVE en los dos próximos cursos. La intención es dejar de ser un quebradero de cabeza para Cristóbal Montoro, al que la Corporación ha pedido un crédito presupuestario extraordinario de 133 millones de euros por los desajustes de los ingresos y los gastos extra de los Juegos Olímpicos de invierno.
La tercera ha sido la reducción de 36 puestos directivos, hasta dejarlo en su mínimo histórico en RTVE. La cuarta ha sido conseguir el patrocinio de Loterías y Apuestas del Estado, que aportará 15 millones de euros a financiar Teledeporte, que pasará a ser «un canal de deporte base español y minoritario», en palabras del propio Sánchez.
La quinta es la intención de potenciar el patrocinio, cuya fórmula restrictiva intentarán cambiar en los próximos meses, que podrían ahorrar el coste de Clan, el canal infantil. Sólo en la compra de derechos éste gasta alrededor de cinco millones de euros.
La sexta es la incursión de publicidad en la web de RTVE en la versión internacional, y la séptima es retornar la publicidad al Canal Internacional, señal que se intentará potenciar ofertando el canal a más plataformas de pago en América.
La octava medida ha sido la venta de los Estudios Buñuel, cuyos 35 millones de precio de venta pasarán en las próximas semanas a las arcas de la Corporación. La novena ha sido recortar Onda Corta de Radio Exterior, que en la actualidad emite cuatro horas diarias. Y la décima pudiera ser la reducción de tarjetas de crédito de libre disposición entre los directivos, de las que tan solo se justifican el 30% de los gastos, según se ha sabido en los últimos días.
Con estas diez medidas RTVE podría comenzar a respirar pese a no tener publicidad. Aun así está claro que sigue sin haber rastro del ERE de 1.500 empleados pronosticado por algunos sindicatos y descartado por el presidente.
