"¡Me parece impresionante! Ahora hemos superado la interpretación teológica del Evangelio por la interpretación de la Biblia: el ojo por ojo y diente por diente"
Cuando parecía que por fin quedaba enterrado, que no olvidado, el desafortunado pasaje de Charlie Hebdo en Francia, los posteriores análisis desde instituciones de primer nivel se han seguido produciendo. Además, el abatimiento en Bélgica de dos yihadistas a manos de las fuerzas de seguridad, vuelve a poner en la palestra de los medios de comunicación un asunto espinoso para el mundo occidental.
El último personaje de primera línea en sumarse con polémica a los atentados terroristas ha sido, curiosamente, el Papa de la Iglesia Católica, Francisco I. Y es que el revolucionario y nuevo representante de la institución, en una charla informal con periodistas en un viaje de avión, ha sorprendido con unas declaraciones bastante polémicas —El Papa dice que «no se puede provocar» ni «ofender» a la religión–:
«Es verdad que no se puede reaccionar violentamente, pero si Gasbarri [se refiere a uno de sus colaboradores], gran amigo, dice una mala palabra de mi mamá, puede esperarse un puñetazo. ¡Es normal! No se pude provocar… No se puede insultar la fe de los demás. No se puede burlarse de la fe. No se puede. Tenemos la obligación de hablar abiertamente, de tener esta libertad, pero sin ofender».
Las palabras de Bergoglio han generado una gran polémica, y en los diferentes espacios mediáticos en medio mundo -mientras el Papa viajaba en el avión- se han ido proponiendo para el debate.
Así se dio en el espacio matutino de Antena3, ‘Espejo Público’, este viernes 16 de enero de 2015, en una tertulia política moderada por Susanna Griso, con Francisco Marhuenda (director de La Razón), Chema Crespo (director general Público.es) y Pepe Oneto como periodistas participantes en el debate. Precisamente el director del diario generalista de Planeta, que publicó las famosas viñetas de la discordia en la portada de su periódico aún sin estar de acuerdo con ellas y en pro de la libertad de expresión, fue quien se mostró en mayor desavenencia con el Papa:
«Yo siempre he defendido que no me gustan [las viñetas], pero decidimos publicarlas en la portada porque era ser coherentes con la defensa de la libertad de expresión. Aquí se mezclan muchos aspectos, por una parte las muy desafortunadas palabras del Papa. Yo soy católico, pero me da igual. No habla en nombre de Dios, ni habla investido, sino que es una charla de café, de tertulia…»
«¡Me parece impresionante! Ahora hemos superado la interpretación teológica del Evangelio por la interpretación de la Biblia: el ojo por ojo y diente por diente. Es decir, si a mí me insultan, pego un puñetazo. Hombre, por favor, que es el Santo Padre. Lo que no puede ser es esta nueva concepción populista que está instalándose en las instituciones…»
«Me molesta que el Papa hable así, es un populista en sentido peronista, no es de izquierdas ni de derechas. Y el fondo me parece increíble. No es que justifique los atentados, pero estas cosas de ‘happy flower’, de quedar bien… Soy el colega Papa… ¡Y no! ¡No!»