Juan Carlos Monedero, número tres de Podemos y especialista en hinchar su currículum académico como un globo –Juan Carlos Monedero se ha inventado al estilo ‘Pequeño’ Nicolás su currículo académico-, también está empeñado en borrar sus huellas de relación con el chavismo.
Sin embargo, son tantos los vídeos y los trabajos legados para la posteridad, que al final siempre salen a la superficie sus reflexiones donde apoya sin matices la política de quitar de manos privadas todas las empresas.
El periodista de El Economista, Javier Romera, sacó en la tertulia de ‘El Cascabel’ (13TV) algunas de las ‘perlas’ de Monedero en las que defendía, por ejemplo, las teorías económicas de Marx y Engels o cómo abogaba por desprivatizar todo tipo de industrias…hasta las que se dedican a la fabricación de lápices.
Romera llevaba al plató de la tertulia de Antonio Jiménez algunos de los pasajes más destacados del libro escrito junto con el actual ministro de Transportes del Gobierno de Venezuela, Haiman El Troudi. Ya el título de la obra es bastante revelador de lo que el lector se va a encontrar a lo largo de sus 225 páginas –Empresas de Producción Social. Instrumento para el Socialismo del Siglo XXI–
Estas son algunas de las ‘sesudas reflexiones’ de uno de los lugartenientes de Pablo Iglesias:
Las empresas deben transformar el trabajo al servicio de la libertad y no del beneficio.
El triunfo de la revolución soviética en 1917 entregó al mundo un faro de referencia
Pese a los intentos de estigmatizarla, Cuba permanece como un estandarte de la dignidad y el heroísmo
El socialismo democrático ha incorporado los mismos errores que el capitalismo.
El horizonte al socialismo es incompatible con la propiedad privada de los medios de producción.
Javier Romera quiso poner el acento en lo que a él le parece mucho más preocupante:
Lo que más me preocupa es que él, Monedero, define el instrumento de socialismo en el siglo XXI que son las empresas de producción social. Estas empresas son las que él considera que son puntales en Venezuela, todas quebradas actualmente.
Pero lo importante es que está diciendo que hay que acabar con la propiedad privada en todos los medios de producción. Y ojo, que no dice que hay que acabar con la propiedad privada en el petróleo, en el sistema financiero o en la energía, sino que dice que habrá que ver también las fábricas de lápices o los cines municipales, que ya se irá llegando.