Pedro Sánchez se fue del plató de Telecinco totalmente seco, porque no se mojó en ninguna de las polémicas que atañen a su partido. Con una salvedad, ya conocida porque no era la primera vez que lo anunciaba: reiteró que si Manuel Chaves y José Antonio Griñán resultan imputados por el Tribunal Supremo en el caso de los EREs «deberán asumir sus responsabilidades políticas».
Algunos de los que hace dos semanas se quejaban en Twitter de la benevolencia de Pedro Piqueras con Mariano Rajoy esta vez permanecieron callados en las redes mientras el secretario general del PSOE daba pases con la muleta para evitar cualquier controversia.
Cómo será que Sánchez hasta se mostró partidario de «no dar más hilo a la cometa del que tiene» la cena que mantuvieron José Luis Rodríguez Zapatero y José Bono con Pablo Iglesias cuando fue precisamente su entorno el que montó en cólera por la «traición». Según él, el expresidente del Gobierno siempre ha sido «muy leal» al partido. Habladurías de la prensa, por lo que se ve.
¿Y qué «medidas concretas» va a adoptar el PSOE para acabar con el paro?, le preguntó un ciudadano a través de un vídeo. Todo lo más que dijo el líder de la oposición fue que derogará la reforma laboral y aprobará un nuevo estatuto de los trabajadores, como si con ambas cosas todo vaya a ser coser y cantar.
¿Y qué pasa con Susana Díaz, se está preparando para dar el salto a la política nacional y disputarle el liderazgo del PSOE o no?, quiso saber Piqueras. Pero sólo consiguió que Sánchez alabara a Díaz porque es una «excelente presidente de la Junta de Andalucía» y añadiera que las primarias «son una enorme oportunidad del PSOE para demostrar que somos el partido más democrático».
También pinchó en hueso el director de Informativos de Telecinco cuando le preguntó si su partido ha perdido «una oportunidad de conducir ese grito contra la desigualdad». ¿Y qué contestó Sánchez? Que el PSOE es un partido de «una gran trayectoria» y que si el de González construyó «la España de los derechos» y el de Zapatero «la España de las libertades» su PSOE va a construir «la España de las oportunidades».
Tanto se enrollaba el socialista para no decir demasiado que en un momento dado Piqueras tuvo que pedirle que fuera «más breve» en sus respuestas. Su poca concreción, además, hizo que el entrevistador tuviera que interpretar alguna de sus respuestas, como cuando creyó entender que dejaba una puerta abierta a pactar con Podemos porque ni en eso Sánchez fue claro. «Para mí es importante el para qué -pactar- no el con quién», se escabulló.
En lo único que sí fue meridianamente claro fue sobre el caso Monedero. Según él, si en su Ejecutiva se sentara alguien que ha creado una sociedad interpuesta para pagar la mitad de impuestos, al día siguiente estaría fuera. En eso y en que, él que tiene experiencia en asesoría internacional, «1,4 millones de euros no se pagan por un estudio», señaló dando a entender que hay gato encerrado.
Por lo demás, el secretario general del PSOE prometió que se dejará «la piel» para luchar contra la corrupción porque es lo que más le «repugna»; sacó pecho porque «lo mejor que le ha pasado a este país siempre ha venido de la mano del PSOE»; y mandó un mensaje al electorado, o más bien un SOS: «El PSOE se ha regenerado, se ha renovado, ha entendido el mensaje». A este respecto será la opinión de la ciudadanía la que cuente.
