Arcadi: "¡Eso que exigís vosotros con el dedito levantado siempre! ¡Las facturas, Luis alegre, las facturas!"
El tiempo, ahora, parece que ha dejado de correr a favor de Podemos para empezar a virar en su contra. ‘Tic-tac’, decía Pablo Iglesias, y ese mismo eslogan es el que piensan muchos integrantes del partido de izquierda radical que aboga por la transparencia y regeneración, cuando ven cómo el ideólogo y número tres del partido, habría cometido estrategias de evasión fiscal.
Juan Carlos Monedero, profesor universitario, tertuliano y asesor del gobierno venezolano de Chávez, está ahora en el punto de mira, tanto de Hacienda como de los medios de comunicación, e incluso de muchos de los seguidores y votantes de Podemos que quieren la limpieza total que los ideales del partido profesan.
Además de los dineros de Monedero, salen a relucir otra serie de vergüenzas para Podemos con la famosa lista Falciani, como los doce mil millones de dólares que el gobierno venezolano tiene en Suiza. Algo que Podemos, ‘nacido’ en sus ideales en el chavismo y con muchos de sus dirigentes habiendo trabajado para el régimen bolivariano, no llevaría del todo bien.
A miércoles 11 de febrero de 2015, ‘El Programa de Ana Rosa’ invitaba a Luis Alegre, postulado a líder de la organización en Madrid, en ausencia además mediática del implicado Monedero. Así que Alegre, que volvía al programa después de haber pedido el veto en él de dos periodistas —Luis Alegre se quita la careta y exige a Ana Rosa la purga de Alfonso Rojo y Eduardo Inda–, no se encontraba con ninguno de ellos -porque no estaba previsto, como así reconoció Quintana-, pero sí con otro comunicador habitual azote de Podemos y sus miembros. El periodista de El Mundo, Arcadi Espada, le iba a poner muy complicada la intervención a Alegre, escudado en vaguedades y argumentos a la defensiva al tratar de aclarar los números de Monedero:
Arcadi Espada: «Ya que está el portavoz de ‘podéis’ aquí en la tele… Hombre, lo que a mí me parece extraordinario es que en todo este asunto no habléis de los doce mil millones de dólares que vuestro gobierno, es decir el gobierno de Venezuela, tiene en Suiza…»
Luis Alegre: «Mira, ¡esto no te lo voy a permitir, Arcadi! Mi gobierno es el gobierno de España y me gustaría que tuviera responsabilidad institucional».
Arcadi Espada: «A mí me da igual lo que tú me permitas, ¡no tienes ninguna jurisdicción sobre mí, muchacho! ¡Ninguna! Yo no tengo ninguna responsabilidad institucional porque no pertenezco a ninguna institución. Yo soy un periodista, ¿sabes? Esas cosas te las dejo a ti cuando hablas de régimen y de golpe, que esa es tu lengua sucia hablando de la democracia…»
El segundo round llegó con el tema de Monedero encima de la mesa:
Arcadi Espada: «Yo quiero hacerte unas preguntas sobre Monedero. ¿Cómo es posible que el señor Monedero tenga un saldo de 205.769 euros en cuatro cuentas? Quiero conocer el origen de ese dinero. Me parece increíble la explicación de Monedero respecto a la imposibilidad de no poder mostrar los documentos que los trabajos que hizo para diferentes países sudamericanos. ¿Pero Monedero no quiere gobernar este país? ¿A quién tiene que pedirle permiso? ¿En qué compromiso se basa esa necesidad de secretísimo? ¿Y por qué después de un mes no habéis sido capaces de mostrarlos?»
Alegre: «Cuando se encargan trabajos de consultoría internacional, el resultado, como en este caso, es de la institución que lo encarga…»
Arcadi: «¡Las facturas! ¡Las facturas! No te enrolles, ¡pero si es fácil, hombre! ¡Eso que exigís vosotros con el dedito levantado siempre! ¡Las facturas, Luis Alegre, las facturas!»
ANA ROSA LE PONE LAS COSAS CLARAS A ALEGRE
Entre el debate Arcadi Espada-Luis Alegre, periodista y político, medió la presentadora del espacio, Ana Rosa Quintana, cansada de las explicaciones y palabrería del representante de Podemos en defensa del ausente Monedero:
Alegre: «Todo lo que se está montando es un asunto en el que no hay nada. Había dos vías posibles de tributar que tenían el mismo resultado; una tributar como sociedades y después como dividendos, que daba el mismo resultado que tributarlo todo como IRPF, y otra…»
Ana Rosa: «No, Luis, no. Eso no es así, lo siento. ¡No es así! No es lo mismo tributar, no es la misma cantidad. Y de hecho Monedero ha tenido que hacer una complementaria porque lo había hecho mal…»
Alegre: «Cuando se tributa con el impuesto de sociedades ese dinero es de la sociedad, y si después se quiere hacer un uso personal, se lo tiene que transferir a la persona, y entonces paga un nuevo impuesto».
Ana Rosa: «¡No, claro, nos ha fastidiado! Pero perdona, que yo soy empresaria, ¡no me expliques cómo se paga a las empresas! Juan Carlos Monedero está facturando como empresa un trabajo personal, porque él no tiene una infraestructura, no tiene un empleado… ¡Si es que esto está inventado! ¿Entonces por qué hace la complementaria si lo tiene bien? ¡Oye perdona, mi empresa tiene un pleito con Hacienda porque no estamos de acuerdo en una interpretación, si yo creo que Hacienda no tiene razón, le planteo un pleito, no pago una complementaria!»