"Cualquier adversario es difícil, inculso aquellos adversarios que nos llaman 'casta'"
La segunda figura política del momento en Madrid, a la par con el nombramiento de Esperanza Aguirre como candidata del partido Popular a la alcaldía de Madrid, es la de Cristina Cifuentes, hasta ahora Delegada del Gobierno en la capital y nueva candidata a la Comunidad de Madrid.
Cristina Cifuentes supera una olvidada época de Ignacio González y pretende encarnar junto con Aguirre la renovación del PP para recuperar la ilusión de los madrileños y seguir así manteniendo el liderazgo en una plaza tan decisiva políticamente como es la capital.
Por ello, después de la propia Esperanza Aguirre, que lo hizo a fecha de lunes —Esperanza Aguirre: «Yo soy liberal y patriota; y Podemos son comunistas y odian el himno»–, visitaba en la mañana de martes 10 de marzo de 2015 Cristina Cifuentes el espacio líder de las mañanas en televisión, ‘El Programa de Ana Rosa’. En el plató de Telecinco, entrevistada por Ana Rosa Quintana junto con la colaboración de los periodistas Alfonso Rojo, Esther Esteban y Esther Palomera, se expresó Cristina Cifuentes en lo relativo a gran cantidad de temas de interés especialmente para los ciudadanos de Madrid, empezando por su sorpresa al ser nombrada candidata:
«No me lo esperaba, la verdad. Llevaba tiempo en las encuestas, pero yo estaba en otra cosa. Siempre que me preguntaban y contestaba, pensaba que me iba a quedar en la Delegación».
Uno los asuntos de máxima relevancia, que amenaza con llegar siéndolo hasta la fecha de los comicios del próximo mes de mayo de 2015, es el de los pactos o no pactos, así como la pelea mediática constante que se va a vivir entre el propio PP y el partido Podemos. Preguntada entonces por la dificultad de su oponente en el PSOE, el exministro Ángel Gabilondo, la propia Cristina Cifuentes se fue a parar al partido de nuevo cuño de Pablo Iglesias:
«Cualquier adversario es difícil, inculso aquellos adversarios que nos llaman ‘casta’, cuando resulta que ves su declaración de bienes y tienen todos unas cuentas corrientes de 200.000 euros, 300.000, 50.000, una casa, dos casas… ¡Yo es que vivo de alquiler! Pero claro, cuando vienen estos señores llamándonos ‘casta’ y veo sus extractos de cuentas corrientes… ¡Esto sí que es una desfachatez! Ahora resulta que la casta somos nosotros, pero los que tienen los euros en la cuenta corriente son ellos…»