El papel de Podemos tras las elecciones andaluzas sigue siendo tema de debate de las principales tertulias mediaticas. Los 15 escaños conseguidos por Teresa Rodríguez hacen que sea una de las fuerzas que tiene la llave para garantizar la gobernabilidad de la socialista Susana Díaz, bien por la vía del apoyo explícito o bien mediante la abstención en una segunda sesión de investidura.
Sin embargo, también ha saltado a la palestra que el partido de Pablo Iglesias quiere monotorizar desde Madrid la decisión final y la tendencia, a día de hoy, sería la de permitir que gobernase el PSOE, aunque no con el apoyo de Podemos, sino por la vía de la abstención en la sesión de investidura.
El podemita Ramón Espinar justificaba en ‘Las Mañanas de Cuatro’ de este 6 de abril de 2015 que lo que está habiendo en Podemos es pura democracia interna y que la discusión entre el núcleo de Teresa Rodríguez y el de Pablo Iglesias es simplemente una confrontación de sensibilidades:
El problema de calidad democrática se sustancia cuando lo que hay ahí no es un debate de proyectos, sino de reparto de poder.
Jaime González, jefe de opinión de ABC, saltaba a la yugular y señalaba:
Hay un chocolate molinillo en Andalucía, una lucha de poder….
Espinar replicaba:
No, no es una lucha de poder, es una discusión sobre cómo se deben hacer las cosas.
Jaime González le respondía con una con una sonora carcajada.
Minutos después, Espinar volvía a insistir en el carácter didáctico de las discrepancias en Podemos:
Estamos acostumbrados a un modelo y a una vara de medir para la política que tiene que ver con el quítate tú para ponerme yo sin divergir en proyectos. Teresa Rodríguez y Pablo Iglesias, y no es un secreto para nadie, porque fue público, explícito y notorio, tuvieron discrepancias en la asamblea de Vistalegre y representan dentro del mismo proyecto político sensibilidades diferentes y propuestas diferentes. Lo fundamental es que cuando en Podemos tenemos una discusión abierta, la tenemos porque discutimos de política y discutimos de proyectos sociales.
Jaime González tiró de ironía y replicó que:
Y cuando se pegan en Podemos es porque tienen sensibilidades diferentes. Si antes con el PP lo que había era una descarnada lucha por el poder, no creo que en Podemos se le pueda llamar a eso sensibilidades diferentes
