El Gobierno del PP financia a troche y moche las cadenas de radio y televisión que le sacuden

Telecinco, Antena 3, CuatroTV, LaSexta y Cadena SER: Mariano Rajoy se queja de vicio

El presidente critica en privado la 'gran contradicción' que en su opinión supone que Mediaset y Atresmedia den cobertura a Podemos y a afines

Telecinco, Antena 3, CuatroTV, LaSexta y Cadena SER: Mariano Rajoy se queja de vicio
Mariano Rajoy, presidente del Gobierno de España y líder del PP. PD

El líder popular atribuye su desastre electoral a la comunicación tras haberla dejado en manos de PRISA, laSexta, CuatroTV y los sindicatos de TVE

El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, ha reconocido que los resultados del PP en los comicios autonómicos y municipales del 24M no fueron buenos, para después afirmar que la corrupción «ha hecho daño» pero también «la forma de tratarla».

De esta manera, ha culpado a los medios de comunicación de la perdida de votos de su partido por «el martilleo constante en todas las televisiones» sobre todos los casos de corrupción que han aflorado los últimos meses.

Se queja de vicio Rajoy, porque desde que gobierna y han pasado ya tres años y medio la cadena de Berlusconi, que posee entre otras cosas Telecinco y CuatroTV, ha obtenido un beneficio neto de 115 millones de euros y eso tras digerir su entrada en Canal Plus (Las dos grandes cadenas de TV de capital italiano se comen el 80% de la nueva publicidad en España).

En cuanto a Atresmedia, propietaria de Antena 3 y LaSexta, ha ganado más de 120 millones en ese periodo.

Ambos grupos obtenían más beneficios en el último año de Zapatero, pero eran otros tiempos publicitarios.

Y los altos ejecutivos de ambos conglomerados, los dos de capital italiano, se pasan por la entrepierna lo que diga Rajoy o sus quejas.

El vicepresidente de Atresmedia, Maurizio Carlotti, ha sido muy activo públicamente esta semana en su cuenta de Twitter en defensa de la independencia de sus televisiones, calificando a los que las critican de ‘derechistas‘.


Lo que les importa a Javier Bardají y compañía es hacer caja y que suba la audiencia.

En el PP, donde no todos son pardillos, hay algunos que se han dado cuenta de que llevan mucho tiempo haciendo un pan como una torta en lo que se refiere a su política de comunicación:

«Le dijimos a Mariano que no cuidaba a los nuestros y, en cambio, estaba retorciendo la ley para que Antena 3 se fusionara con la Sexta. Ahí está el resultado».

Se refiere este dirigente a lo ocurrido en el Consejo de Ministros del 24 de agosto de 2012 cuando, en decisión inusual, Soraya Sáenz de Santamaría anunció la suavización de condiciones para autorizar la fusión de Antena 3 y la Sexta impuestas por la Comisión Nacional de Mercados y de la Competencia. ¿Por qué?

«Por razones de interés general», invocó la vice, responsable de las relaciones con los medios de comunicación y criticada por los suyos en estos días.

A ella no la suelen tocar ni un pelo los de LaSexta o Antena 3, pero a su partido le sacuden sin clemencia y a su presidente lo ponen -día si y día también- como al ‘Ecce Homo’.

Que el PP tiene un problema de comunicación, como lo tienen el PSOE, UPyD o Izquierda Unida, es indudable. El drama es que no hay comunicación sin estrategia, sin objetivos nítidos, sin una hoja de ruta.

Y en el caso concreto de Mariano Rajoy y su Gobierno, que tan claro lo ha tenido en la economía, la ‘hoja de ruta’ ha brillado por su ausencia en lo que ha comunicación se refiere.

No tienen ni han tenido los dirigentes peperos un mínimo sentido de cómo se configura la opinión pública o se transmiten los mensajes.

Por soberbia, indolencia, ignorancia o estupidez, La Moncloa lleva tres años y medio actuando como si la política de comunicación consistiera en colocar amiguetes en tertulias televisivas o nombrar ejecutivos blandengues para navegar entre dos aguas en entes públicos como RTVE (El presidente empuja a un lado a la vice en el reparto de las nuevas licencias).

Y ahora, tras el tremendo revolcón del 24M y a seis meses y dos semanas de unas elecciones generales decisivas para España y su futuro, atribuyen el desastre electoral del PP a la comunicación tras haberla dejado en manos de PRISA, laSexta, CuatroTV y los sindicatos de TVE (Telecinco vuelve a dar púlpito al facineroso Willy Toledo, está vez para que despotrique contra Ciudadanos).

Según han insinuado Paco Marhuenda, director de ‘La Razón’, Antonio Martín Beaumont, director de ‘El SemanalDigital’ y Graciano Palomo, de cara a las elecciones generales, para las que faltan apenas seis meses, Rajoy ha decidido ya algunos cambios, entre los que se cuenta dejar la esencia de su comunicación en manos de Jorge Moragas y del grupo de ‘listos‘ aglutinado a su alrededor en La Moncloa (El PP recupera votantes desencantados por la ambigüedad de Ciudadanos).

Poco parece, con lo que se les viene encima, porque como decía Maquiavelo «si no te respetan, por lo menos que te tengan miedo».

En una sociedad democrátrica y lleva al terreno de la comunicación, algo así como que quien te sacude piense en la cuenta de resultados, pero ni eso («El protagonismo de las televisiones ha inoculado en los dirigentes de Podemos una altanería mesiánica»).

El despiste popular y de La Moncloa ha convertido al propio Rajoy en el hazmerreír de todos los programas de la Cadena SER, LaSexta o CuatroTv -ocasionalmente de Telecinco y Antena 3-  y lo han acabado pagando.

Ha sido el Gobierno del PP quien ha dejado la comunicación y el reparto de la publicidad institucional en manos de inútiles gurús, que en lugar de hacer agenda y adelantarse a los hechos, se han limitado a financiar la amisora del Grupo PRISA, como ha hecho el ministro de Luis de Guindos con los Bonos del Tesoro- o a salvar financieramente a LaSexta, permitiendo su absorción por Atresmedia.

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