Ha llegado el cambio y…¡Qué cambio! Gracias a los nueve votos a favor de los ediles socialistas liderados por Antonio Miguel Carmona, la candidata de Ahora Madrid, Manuela Carmena se ha proclamado como la nueva alcaldesa de la capital española.
Menudo equipazo: una portavoz de alcaldía que asaltó semidesnuda la capilla de la Complutense, un concejal de Hacienda defensor del impago de deuda pública, un concejal de Cultura okupa del Patio Maravillas…
Pero, los miembros del nuevo equipo de Carmena no fueron los verdaderos protagonistas de la sesión de investidura del Ayuntamiento madrileño del pasado sábado, 13 de junio de 2015.
Como si del balcón de Romeo y Julieta se tratara, los líderes de Podemos, Pablo Iglesias, Iñigo Errejón y Juan Carlos Monedero, se subieron a lo más alto del pleno mostrando gran efusividad y entusiasmo ante la proclamación de la nueva alcaldesa de Madrid.
La portavoz de Ciudadanos en el Ayuntamiento de Madrid, Begoña Villacís se sentaba la noche del 15 de junio de 2015, en el plató de ‘La Marimorena’ de 13TV para relatar como se sucedieron los acontecimientos dentro y fuera del pleno.
Ante las voces y los gritos de los podemitas del balcón, Villacís aseguraba que miembros de Ahora Madrid fueron los encargados de mandarles callar:
Se vociferó, se gritó… Los mismos concejales de Ahora Madrid se dieron la vuelta hacia arriba y les mandaron callar. Cuando abucheaban a Esperanza Aguirre, un concejal de Ahora Madrid se giró y dijo: ¡Dejen a la gente hablar!
Para Begoña Villacís lo que debería haber sido un día para recordar como su verdadero primer día como política, un grupo de personas se encargaron de que no fuera así. Villacís fue insultada y amenazada a su salida del pleno madrileño por no apoyar el nombramiento de Manuela Carmena como alcaldesa de la capital:
Nos advirtieron de que había mucho movimiento y que no nos aconsejaban salir por la salida principal pero, yo no voy a ser votada y el primer día tener que salir por la puerta de atrás. No me da la gana. Me reconocieron cuando salí y lo que tuve que escuchar por parte de un gentío…
Nunca me han gustado los escraches pero, cuando lo vives en primera persona y yo pensé que soy madre…No fue plato de buen gusto.
En cuanto a quiénes eran aquellos que se dedicaron a faltar el respeto, Villacís da unos datos que no dejan margen a la duda:
Tenían banderas republicanas y el último grito, después de todos los insultos y amenazas, fue la cancioncita de ‘sí se puede, sí se puede’ así que blanco y en botella…
Son personas que no aceptan la democracia, no aceptan el hecho de que yo esté ahí. No solo no lo aceptan sino que me odian. La sensación fue muy desagradable y es probable que se convierta en una rutina. A mí me han querido callar.