Le han cogido la matrícula a Pablo Iglesias, líder de Podemos. Su último global sonda, anunciar que se iría de la dirección del partido en caso de que las cosas se le torcieran en las elecciones generales de finales de 2015, fue tratado en ‘Al Día’ (13TV) el 10 de agosto de 2015 y la conclusión fue que el problema del ‘discípulo’ de Hugo Chávez (Venezuela) y de Rafael Correa (Ecuador) es un ego sobredimensionado. Es o él o el caos. Lo de no ser una fuerza imprescindible es algo con lo que no traga:
Carlos Cuesta, moderador de la tertulia decía que:
Al final todo esto se traduce en ‘o soy yo el centro absolutamente de todo, o si no yo me marcho’. Es un poco increíble que deje vendida a su gente.
Carmen Tomás apuntaba que:
Esto es como no me gusta la pelota, pues la dejo ahí. Esto es típico de alguien egocéntrico. El creía incluso que iba a gobernar este país y a lo mejor resulta que ni pincha ni corta.
José Manuel Yáñez añadía:
Lo que tiene es una mandíbula de cristal, es un político que ha sido encumbrado hasta las alturas por los medios de comunicación y por algunas encuestas y que ve que cuando las cosas no vienen bien dadas para las expectativas electorales de su partido, hace filtrar que arrojaría la toalla, lo que denota, en primer lugar, que es un político que no tiene el cuajo suficiente para aguantar en política, que tiene la mandíbula de cristal y que tiene un ego inconmensurable.
Edurne Uriarte remachó:
Esta es la reacción típica de un líder muy endiosado. Él se cree absolutamente imprescindible para el partido y cree que con esas amenazas de irse el partido acabará plegándose a él.