La factoría de ‘okurrencias’ del equipo de Manuela Carmena, alcaldesa de Madrid, no tiene fin. Es como una fábrica de hacer churros. La última idea, una especia de web de los deseos, gestionada por el concejal Pablo Soto –El entramado millonario del anticapitalista Pablo Soto, concejal podemita y tuitero insultador– , en la que, con 30 millones de euros de presupuesto, los madrileños podrán lanzar sus proyectos y propuestas para, si finalmente son las más votadas, ser llevadas a la práctica.
El programa ‘Al Día’ (13TV), presentado por Carlos Cuesta, analizó el 12 de agosto de 2015 el nuevo invento del Consistorio presidido por los podemitas. Luis Balcarce, redactor jefe de Periodista Digital, fue tajante respecto a lo que va a suponer esta web de los deseos:
Para mí es un engañabobos, es una medida de propaganda. Podemos ha renunciado a hacer también política y solamente hace propaganda. Con la web de los desmentidos ya hemos visto como les ha ido, solamente era una web para señalar a los periodistas y ha acabado siendo una web para desmentir a la propia Carmena.
Esta nueva mamarrachada de Pablo Soto no sé en qué va a acabar, pero sí te puedo decir que me molesta que se la venda como si los madrileños fuéramos unos catetos y que se diga que fue implementada con éxito es Islandia o en París.
Precisamente, apuntaba Balcarce, en París la alcaldesa se encaprichó con construir un rascacielos de cristal de 500 millones de euros y, a pesar de la opinión en contra de los parisinos, se pasó su opinión por el forro. Y daba otro dato:
Al final esta web le servirá para colocar a sus amigos, a sus parientes, el mismo Pablo Soto tiene a su mujer trabajando como asesora de él. Para mí esto es una bomba de humo. Aquí ganarán las propuestas que deseen ellos, la primera propuesta será cederle espacios a los okupas o acabar con el hambre infantil. Esto les servirá de engañabobos para que los madrileños crean en eso de la democracia asamblearia, originado por una persona que quería poner una guillotina para torturar y matar a Gallardón.