Dos meses al frente de las corporaciones más importantes de la España municipal, Madrid y Barcelona, y sus alcaldesas, Manuela Carmena y Ada Colau, gimotean cuales pollos Calimero asegurando que están atadas de pies y manos para poder resolver los problemas de los ciudadanos.
Sin embargo, para cambiar nombres de calles, para sacar webs, paralizar proyectos y practicar el revanchismo y el sectarismo no se sienten obstaculizadas –Graciano Palomo le pone los puntos sobre las íes a Colau y Carmena: «No han gestionado un estanco y llegan al poder vendiendo burras ciegas»-.
El programa ‘Al Día’ (13TV), presentado por Carlos Cuesta, se centró el 13 de agosto de 2015 en esta curiosa forma de gobernar las dos ciudades más relevantes de nuestro país. El diputado del Grupo Popular en la Asamblea de Madrid, Alfonso Serrano, no se paraba en barras a la hora de calificar la labor de ambas ediles:
Todo esto es esquizofrénico. Lo que está pasando en Madrid y Barcelona es un poco sintomático. Leía el otro día unas declaraciones de Ada Colau que decía que se lamentaba porque la paraban por la calle y no tenía capacidad, con todo el poder que atesoraba como alcaldesa, para dar solución a los problemas de la gente, pero en cambio si tienen tiempo para revisar el callejero, para hacer revanchismo, para quitar la figura del busto del Rey Juan Carlos, para paralizar inversiones en Cataluña. Para eso sí que hay tiempo en Cataluña, pero no para los problemas reales de la gente.
Y añadía:
En Madrid lo estamos viendo. En dos meses que llevan, gracia al apoyo del PSOE, esta señora en Cultura propuso a un insultador oficial, ha propuesto una web para controlar a los medios, ha reconocido que no había desnutrición infantil, ha ofrecido espacios públicos a los okupas y se ha ido de vacaciones. Ni una sola inversión y la señora Carmena se ha ido de vacaciones.
