No ha querido aclarar si pactará con Podemos en caso de poder derrotar a la derecha tras las elecciones del 20-D
«El PSOE ha hecho grandes cosas por este país. Hay muchos jóvenes que, probablemente, lo desconozcan, pero hace muy poco tiempo, antes de ayer, podríamos decir, en España no había divorcio. Y fue un Partido Socialista, en un Gobierno socialista, con Felipe González, quien lo aprobó».
La frase la pronunció el secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, este lunes en su entrevista en TVE con Ana Blanco.
E, inmediatamente, las redes sociales señalaron en masa el error: la ley del divorcio no la aprobó el PSOE, sino UCD, con Leopoldo Calvo Sotelo al frente, en 1981.
La única vinculación de la ley con el PSOE es que el ministro de Justicia que la impulsó, Francisco Fernández Ordóñez, luego se cambió de partido y acabó siendo ministro de Exteriores durante la presidencia de Felipe González.
La socialista Amparo Rubiales, exconsejera de la Junta de Andalucía, se pronunció en Twitter sobre el ‘patinazo‘ de Pedro Sánchez para asegurar que la ley del divorcio no hubiese salido adelante sin el apoyo del PSOE.
Fue de UCD con un apoyo cerrado del PSOE y obra d un Ministro, Paco Fernández Ordóñez, q acabo su vida en en el PSOE https://t.co/O8BIBxWpQY
— Amparo Rubiales (@AmparoRubiales) noviembre 2, 2015
UNA ENTREVISTA BLANDITA
A diferencia de lo que hicieron con Mariano Rajoy, no le apretaron en TVE a Pedro Sánchez, quien a pesar de eso, estuvo bastante torpe, se enredó con la historia, abuso del laismo y pareció despistado.
Doce ciudadanos seleccionados por una empresa de estudios sociológicos habían grabado distintas cuestiones dirigidas a Sánchez. Uno de ellos le ha preguntado qué le parece la creación de un curso de Formación Profesional de Tauromaquia.
«No lo sabía», ha dicho Sánchez sorprendido, «voy a apostar por la FP. Mi compromiso es aumentar el número de plazas».
Y ha reiterado: «no tenía constancia de eso».
«España no necesita más derechas, ni la de Rajoy ni la suma de las derechas», ha dicho Sánchez durante una entrevista amable, en la que ha identificado al actual jefe del Ejecutivo como su «adversario» político y ha asegurado sentirse más «cómodo» con partidos que planteen propuestas de «centro izquierda» y «progresistas».
Sin embargo, no ha querido aclarar si pactará con Podemos en caso de poder derrotar a la derecha tras las elecciones del 20-D porque, dice, Pablo Iglesias, líder de esta formación, no quiere darle su apoyo. «Me llama atención que le gustaría que le apoyase pero que no apoyaría al PSOE como futura opción de gobierno. Hay que ser mucho más claro en las posiciones», ha afirmado.
Sánchez cree que los españoles «quieren cambiar» pero no «una mayoría absoluta por otra» sino un nuevo panorama en el que los partidos políticos apuesten por el «diálogo». El líder del PSOE ve un «giro a la izquierda» en el que Rajoy es «el presidente peor valorado de la historia de la democracia», no tanto por los recortes, según Sánchez, «sino por la corrupción». Y es que el candidato socialista piensa que Rajoy debió de haber dimitido en enero de 2013, cuando envió sus famosos mensajes a Luis Bárcenas.
El candidato socialista no cree que esta sea su única oportunidad para aspirar a La Moncloa y ha rechazado observar estos comicios como «una carrera de caballos». «Lo que menos importa es mi futuro», ha despejado Sánchez, quien siente «mucho apoyo» de los suyos.
CATALUÑA: RAJOY Y MAS, LOS CULPABLES
No ha faltado, por supuesto, el tema candente de esta precampaña: Cataluña. Sánchez se ha reafirmado en su defensa de la «unidad» territorial de España y ha señalado como culpables tanto al president de la Generalitat, Artur Mas, como a Rajoy. «Vamos mal de tiempo para poder arreglar las cosas, pero espero que no sea demasiado tarde», ha afirmado.
Sánchez aboga por buscar «una solución política» antes de acudir a la suspensión de la autonomía (artículo 155 de la Constitución) pero ha señalado que «el secesionismo se va a encontrar con un muro» en la defensa de España y que el PSOE formará parte de él.
Considera el candidato del PSOE que su partido es el único que ha puesto «una solución política» sobre la mesa que pasa por la reforma de la Constitución, aunque ha admitido que le está costando «persuadir» a Rajoy para que le dé su apoyo. «Creo que es necesario reformar la Constitución y que la pregunta es por qué no hay que hacerlo», ha asegurado.
De lo que no quiere ni oír hablar es de un referéndum en Cataluña, como proponen Podemos e Izquierda Unida. «Eso es el fracaso político. Primero acordar y luego votar», ha dicho Sánchez, quien cree que esta propuesta de Pablo Iglesias es «un claro error» y que «tenemos que decidir todos los españoles y no una parte».
DEROGAR LA REFORMA LABORAL, EN «DOS PASOS»
Durante la entrevista, que ha tenido el mismo formato al que se enfrentó Rajoy la pasada semana, con doce preguntas ciudadanas, Sánchez se ha comprometido a derogar la reforma laboral del actual Gobierno, aunque ha matizado que lo hará en «dos pasos». Según el candidato socialista, el primer paso será a través de un Decreto Ley y el segundo, a través de un nuevo Estatuto de los Trabajadores, en donde se dirimirá la cuestión de las indemnizaciones.
En caso de que no hubiera acuerdo para este nuevo Estatuto, Sánchez se ha comprometido a legislar. «No voy a abaratar el despido», ha zanjado.
También ha explicado que su idea es lograr recaudar 25.000 millones más gracias al ciclo económico y a la lucha contra el fraude fiscal y así poner en marcha medidas como la renta mínima y una reforma fiscal «en beneficio de la mayoría», según Sánchez, sin que afecte al gasto.
Además, ha cuestionado que un rico sea aquel que percibe más de 60.000 euros, como asegura Podemos, porque, dice Sánchez, «las grandes fortunas no tributan en el IRPF». «Lo hacen a través de las sicav», que el candidato socialista no se ha comprometido a suprimir, sino que se ha limitado a decir que las va a «atacar» para poder «incorporar algo del rendimiento patrimonial de estas figuras».
¿PARTIDISMO O BIPARTIDISMO?
Otra pregunta de los ciudadanos ha versado sobre la ley electoral, que Sánchez quiere cambiar, pero no en el sentido que reclaman los partidos minoritarios. El candidato socialista propone, por ejemplo, desbloquear las listas electorales y acepta debatir sobre las circunscripciones, aunque sin ahondar en ello.
Para Sánchez, la gente no está cansada del bipartidismo, sino del «partidismo». «Los españoles han tenido la opción de votar a muchísimas opciones políticas y creo que la gente está cansada del partidismo, ese es el sentir de muchos españoles», ha afirmado.
«SOY UN POLÍTICO LIMPIO»
A nivel interno, Sánchez ha reconocido que Irene Lozano, a quien incorporó como número cuatro de su lista, le metió «mucha caña» y fue «muy dura» con él estando en UPyD pero que «es una mujer progresista» que ha visto al PSOE como «único instrumento de cambio real».
Además, ha reconocido que la corrupción ha podido influir en la pérdida de votos en las últimas elecciones autonómicas y municipales y se ha mostrado como un político «limpio» e «implacable» con los corruptos. «No tengo nada que esconder», ha agregado.
