Es petulante a más no poder. Pablo Iglesias se cree imbuido por el espíritu de la verdad, que lo único que viene siendo cierto es su discurso y los de los demás son pura filfa.
El 21 de noviembre de 2015 volvió a la carga en ‘laSexta Noche’, en la sección ‘La calle pregunta’ y dejó varias perlas que, cuando menos, merecen ser tratadas para destapar las contradicciones entre lo que dice y lo que hace.
Para empezar, ya anuncia que las promesas de los políticos valen menos que un euro de madera. Eso sí, él no se aplica el aserto:
No creas nunca las promesas de ningún político, porque puede que las diga de corazón, pero luego las circunstancias le hagan cambiar; cree en las garantías.
Quiere jubilaciones a 65 años, aunque hace falta ver si eso se lo aplicaría a la abuelita populista Manuela Carmena:
Parece que algunos quieren que se trabaje hasta los 70. Tenemos un gravísimo problema de paro juvenil. Me parece una barbaridad que un señor de 65 años se juegue la vida en un andamio. Nosotros queremos bajar la jubilación a los 65 otra vez, asegurar las pensiones y devolver su vinculación al IPC, y que entre gente joven al mundo laboral.
Los podemitas la han liado buena por su oposición a poner el Belén en el Ayuntamiento de Madrid. Eso sí, a Pablo que no se lo quiten de su casa. Conmovedor:
Yo pongo Belén en mi casa y también pongo árbol de Navidad, pero no puede ser que un Ayuntamiento tenga que identificarse con una confesión concreta.
