Acusaba al líder de Ciudadanos, Albert Rivera, de ir de plató en plató. El problema que tiene Pablo Iglesias es que él no se mira a un espejo porque imputa a los demás lo que él hace sin asomo alguno de ponerse más rojo que un tomate.
El líder de Podemos fue el 28 de noviembre de 2015 al programa de María Teresa Campos, ¡Qué tiempo tan feliz! (Telecinco) y lo hizo para, amén de volver a dar la tabarra con la guitarrita (ya lo hizo con Pablo Motos en ‘El Hormiguero 3.0 de Antena 3), mentir nuevamente como un bellaco en relación con Venezuela.
Campos le puso en un aprieto a acusar a Iglesias de estar apoyando al régimen de Nicolás Maduro:
Vosotros habéis estado apoyando y aconsejando al Gobierno de Venezuela.
Sin embargo, el de Podemos, frunciendo el ceño dijo con todo su papo que:
No es verdad. Cuando hemos tenido que condenar algo lo hemos hecho y estaría bien que otros no estuvieran del lado de Arabia Saudí.
Y preguntado también sobre la mamarrachada de Juan Carlos Monedero insinuando que el líder de Ciudadanos esnifa drogas, atención a la manera que tiene de solventar la pregunta:
No creo que Albert Rivera tenga ningún problema con las drogas. Creo que las revistas de humor como Mongolia a veces hacen humor agradable y a veces desagradable. Sobre nosotros se han dicho cosas que muchas veces no nos han gustado.