La podemita Irene Montero participó este lunes 15 de febrero de 2016 en ‘El Programa de Ana Rosa’ de Telecinco, subida al carro del azote público a Esperanza Aguirre, pero se vio sorprendida la futura ministra de la coalición de perderores PSOE-Podemos, por las preguntas de los periodistas participantes del debate.
Ejecutaba a la perfección Montero su discurso tal y como alecciona Pablo Iglesias, imitando sus gestos y diatribas, hasta que llegaron las preguntas incisivas de especialmente dos contertulios; Eduardo Inda y Pilar García de la Granja. Esta última fue precisamente la primera en cuestionar a la podemita, lo hizo con vehemencia, y ya empiezan a acostumbrarse a la buena vida de no responder a los medios los de Podemos, y así contestó Montero:
Pilar García de la Granja: Yo no entiendo, ¿qué diferencia existe entre viejo y nuevo entre que uno dimite porque le están haciendo la vida imposible y otro que dimite y entonces ponen a una gestora? Explíqueme por favor la diferenciaque hay, ¡porque una cosa es ser tonta y otra es hacérselo!
Irene Montero: No sé por qué habla usted con tanta agresividad… Tenemos un partido político en el que cuando hay diferencias se ponen encima de la mesa, y tenemos sistemas democráticos. Caso diferente es lo que pasa en el PP, que creo que es lo que usted intentaba hacer la comparación.
Después de la acometida inicial llegaría el turno para el periodista Eduardo Inda, habitual azote podemita en los medios de comunicación casi desde el día de la formación del partido morado:
Eduardo Inda: El 12 de abril de 2013 escribiste un tuit en el que decías que había que arrojar a los borbones a los tiburones y pedías la guillotina para ellos. ¿Sigues pensando lo mismo? —La cara real de la ministra de Pablo Iglesias: amenazó con guillotinar a Felipe VI—
Irene Montero: Mira Eduardo, yo sé que tienes mucho interés en hablar del pasado. Puedes encontrar más de 200 referencias en los diarios de esas consignas que se gritaban en la calle en movilizaciones populares en el momento de más descontento y desprestigio social de una institución, La Monarquía, que por cierto, ha sido una de las mejores en entender el nuevo tiempo. A eso respondían esos tuits, que eran consignas que se cantaban en las movilizaciones populares, con esa forma sarcástica y jocosa para explicar ese descontento.
Quizás Montero también habría acabado diciendo que apoyar al rapero Hasel, enaltecedor del terrorismo, era un jocoso canto popular —Irene Montero, la novia de Pablo Iglesias, encantada con el enaltecimiento del terrorismo que hacía el rapero Hasel–.