Malú visitó el fin de semana del 27 de febrero de 2016 el plató de ¡Qué tiempo tan feliz!, donde reveló a María Teresa Campos que en ocasiones le cuesta ser agradable con sus fans por la tensión que se vive en los conciertos. El siguiente lunes, el 29, Paz Padilla corroboraba en Sálvame lo dicho por la cantante contando una experiencia personal que vivió con la coach de La Voz. María Teresa Campos no quiso perder la oportunidad en su siguiente programa, el sábado 5 de marzo de salir en defensa de Malú tras la polémica generada.
«Quiero mandar un beso grande a Malú. El otro día estuvo maravillosa aquí, se acercó y se hizo fotos con las fans y con mucha gente que había en plató. A lo mejor no se interpretó bien algo que ella dijo. Es tan profesional, que se exige tanto, que cuando va a salir le da como un parraque que no puede casi ni hablar. Yo doy fe de cómo es como ser humano y como persona, además de esa grandísima artista que es. Esta que está aquí, María Teresa Campos, siempre le estará agradecida por todo el cariño que nos da con esa valía, esfuerzo, trabajo y esa voz», defendió la presentadora.
«Mucha gente espera después de los conciertos para saludarte pero son momentos en los que mañana tienes otro y pasado también, tú ya tienes la tensión de mañana y por eso sé que hay mucha gente enfadada», afirmaba Malú en la polémica entrevista.
Aunque la cantante aseguraba que «todos se merecen lo mejor», afirmaba que en ocasiones la situación se supera: «Mi tensión es tan grande, que estás tensa, y te van a hacer una foto y tienes la cabeza en otro sitio. Luego te van a tocar y dices: ‘por favor no me toquéis más», confesó mientras pedía comprensión a sus seguidores.
Paz Padilla pudo dar fe de que lo que contó Malú era cierto, ya que sufrió la tensión de la artista en primera persona. Además, aprovechó para darle un consejo: «Bueno, yo no quiero ser más artista que nadie, pero puede ser que algún día, ese público que está a las puertas de tu concierto ya no esté y eches de menos ese beso o ese autógrafo», declaró.
«Lo único que puedo decir en 23 años que llevo de profesión es que Malú ha sido la única persona, que yendo yo con una personita, le he pedido un autógrafo, me ha mirado y se ha ido. Me gusta verla en televisión y me gusta ver cómo canta, pero hija, es lo que hay», terminó de relatar ante la sorpresa de alguno de sus compañeros como Belén o Kiko Matamoros.
