Es parte del proceso lo de tener momentos de bajón, si no los tuviera no sería humana. Me he llegado a sentir sola y desubicada
Atrevida, curiosa, valiente, y entrañable en las distancias cortas, así es la nueva reportera de ’21 días’. Meritxell Martorell pone la cara a la séptima temporada de uno de los programas más veteranos de Cuatro y que regresa el viernes 15 de abril de 2016 a las 23:00 horas.
Martorell, que asegura estar viviendo al máximo la experiencia, señala en una entrevista a Periodista Digital que «trata de no poner límites, aunque le gusta esa idea de libertad a la hora de dicidir hasta cuándo». A la nueva reportera le preocupa la audiencia pero sobre todo, el no estar a la altura de antecesoras. Con todo, tiene claro que el formato será exitoso:
Cuando empecé tenía un poco de miedo porque te enfrentas a un super programa de éxito y tenía la presión de tener que hacerlo igual de bien que Samanta Villar o Adela Úcar.
Las comparaciones lógicamente están ahí y se que me voy a enfrentar a ellas. El listón está alto pero somos tres chicas sencillas y naturales. Estoy preparada para recibir críticas y para lo que sea, habrá gente a la que le guste y a la que no…
Profesionalmente cada vez estoy más segura y me siento más suelta. Es imposible hacer un papel durante 21 días a todas las horas.
Todavía no he tenido tiempo de digerir todas estas experiencias. Te haces fuerte psicológicamente y te humanizas más como en el reportaje de los refugiados y terminas pensando que nos quejamos por tonterías.
Me preocupa la audiencia. Quiero que vaya bien, pero no tengo muchas dudas. Lleva mucho tiempo y la gente que lo dirige es la misma. Son temas muy cañeros y creo que va a funcionar.
El programa ha tardado en emitirse por el embarazo de Adela, imagino…
El tema es muy importante, es lo primero que vende y llama la atención del espectador, pero también depende mucho de la competencia.
La televisión la veo prácticamente cero, pero no me gustaría que por ejemplo me pusieran a competir con Évole y ‘Salvados’ porque sería muy difícil competir.
Évole me parece un periodista muy natural, un chico de calle que hace la típica pregunta controvertida que nadie se atreve a hacer. Me gusta ese estilo de periodismo.
Sería interesante hacer algo de actualidad como ’21 días investigando cuentas en Panamá’, seguramente descubriríamos muchos más nombres de los que están saliendo.
No tengo metas televisivas, quiero disfrutar esta experiencia y seguir aprendiendo. No me planteaba trabajar en la tele, no era mi objetivo, he llegado aquí porque me gustaba esta experiencia.
La temporada abre con ’21 días en un club de alterne’ y muestra cómo es la vida de las mujeres que trabajan en el mundo del sexo.
¿Cómo se sustenta un negocio que mueve al año más de 3.600 millones de euros? Meritxell Martorell se sumerge en el mundo de la prostitución viviendo en un club durante tres semanas para responder a esto. Esta es su primera experiencia al frente del formato y como ella misma cuenta, no fue nada fácil:
La temporada es muy interesante. Como primer programa ha sido muy duro y muchas situaciones incómodas. Ver su día a día y ver que necesitan muchas drogarse para aguantar lo que les espera. Y luego llega la madrugada y se abren y te cuentan lo que sienten. No me parece para nada dinero fácil ni rápido. Yo nunca lo haría
Además de mostrar la vida de un prostíbulo, la catalana se integra en el día a día de una comunidad judía ultraortodoxa, algo que la marcó, y experimenta con la ayahuasca, también conocida como la droga de la selva.
Sin embargo la reportera, que vivió de cerca el drama de los refugiados sirios en su viaje hacia Europa, tiene claro que es una situación deberíamos de solucionar cuanto antes y que continúa pensando en ello más allá del reportaje:
Es parte del proceso lo de tener momentos de bajón, si no los tuviera no sería humana. Me he llegado a sentir sola y desubicada. He llegado a estar en situaciones al límite. En la comunidad judía ortodoxa fue muy complicado adaptarme a tantas normas, es muy fácil poder pecar… grabamos con una comunidad muy radical en Guatemala en una nave abandonada. Con los hombres no había ningún tipo de contacto. Hice una entrevista sin que el entrevistado me mirara a los ojos.
La solución al drama sirio pasa por ser más humanos. No se cómo estamos permitiendo todo esto. No sé por qué no se hace nada, vemos los informativos y nos quejamos un poquito desde el sofá de nuestras casas y nos olvidamos del problema. Cuando ves que son personas como tú o como yo, y que lo están pasando muy mal. No solo es el drama de cruzar el Egeo, sino todo lo que les queda luego. Me harté a llorar y te das cuenta de que aunque acabes la experiencia no dejas de pensar.
‘21 días en un prostíbulo’, en el arranque de la temporada
«Me choca que alguien entre en un club, mire el género que hay y escoja lo que más les gusta, como si fuera una tienda», comenta Meritxell Martorell, que en la primera entrega de la temporada de ’21 días’ se enfrenta a una de las situaciones más delicadas que ha experimentado en su carrera: convivir durante tres semanas en un prostíbulo junto al resto de las empleadas del local, estar en contacto con los clientes y vivir momentos que nunca hubiera imaginado.
«Tengo 32 años, soy actriz porno, también soy chica de compañía, prostituta, escort… Empecé con 18 años en Palma de Mallorca, nos quedamos sin recursos y empezamos a probar…», explica Luna, una prostituta que ejerce en el club de alterne donde se aloja Meritxell. «Una prostituta es una guerrera», confiesa Lola, una mujer casada que, a sus 39 años, tiene dos hijos y ya es abuela.
Patricia, por su parte, tiene que conseguir 1.500 euros en apenas tres días para que su hijo no se quede en la calle. «No tenemos casa y estoy luchando por buscar una. Me duele que tenga que hacer esto», explica.
Líder de su franja entre los espectadores de 25 a 34 años
Con una media de 8,3% de share y 623.000 espectadores en 2012-2013, último periodo en el que se emitió una temporada completa, ’21 días’ fue líder absoluto de su franja con un 13,6% de cuota entre el público de 25 a 34 años, duplicando a laSexta en ese target (6,4%). Además, el programa se impuso a su principal competidor entre los espectadores de 13 a 34 años (13,7% vs. 6,1%) y en target comercial (9,7% vs. 7,4%).