Pablo Iglesias y la tribu podemita se ponen de los nervios cada vez que un periodista les saca el tema de Venezuela.
Le da igual estar a una semana del arranque de la campaña electoral de cara al 26 de junio de 2016. Por mucho que intente echarle gotas de simpatía y de exhibir una ‘sonrisa Profidén’, al secretario general de Podemos se le pone un rictus avinagrado en cuando le mentan a su apreciado chavismo del que tanto se ha beneficiado.
Por eso no es de extrañar que este 3 de junio de 2016 acabase Iglesias más quemado que la moto de un hippy cuando la periodista de ABC Mayte Alcaraz le cuestionaba en ‘Los Desayunos de TVE’ por Venezuela y por la vulneración de los derechos humanos en ese país. La respuesta del candidato a la presidencia del Gobierno por parte de Podemos dejó bien a las claras a quiénes tiene que ‘proteger’ de las críticas. Este fue el momentazo:
Mayte Alcaraz: «Ayer Felipe González volvía a marcar distancias, lo hacía de forma más subliminal, y decía que su partido, el PSOE, no podía pactar ni llegar a ningún acuerdo con una formación que quiere un gobierno parecido al de Venezuela. No sé si esto es una oportunidad para que usted marque distancias con lo que está pasando en Venezuela, para que diga si está de acuerdo o no con la persecución de los derechos humanos, con el encarcelamiento de los opositores a Maduro, con las restricciones económicas, con la inseguridad jurídica. En definitiva, si ustedes van a marcar distancias con ese populismo denunciado por muchos periodistas y empresarios españoles».
Pablo Iglesias: «La inseguridad es un problema en muchos países latinoamericanos. Creo que en el caso de Venezuela hay una situación institucional grave de enfrentamiento entre el ejecutivo y el legislativo y creo que lo que le toca hacer a España es actuar con instrumentos diplomáticos. Creo que el ministro Margallo ha estado oportuno cuando ha dicho que hay que templar gaitas. Creo que la participación del expresidente Zapatero ha sido muy sensata tratando de mediar entre el ejecutivo y el legislativo y si nosotros gobernamos trataremos de tener las mejores relacions con todos los países de América Latina. Lo que hay que desterrar de la praxis política, en una democracia consolidada como la nuestra, el utilizar asuntos de política exterior para tratar de ganar réditos en campaña. Los españoles son lo suficientemente mayores ya para entender que una campaña electoral hay que hablar de los problemas de los españoles y seguramente no dice cosas buenas de nuestro país que algunos candidatos intenten refugiarse en asuntos de política exterior porque les preocupe hablar de España. Nosotros no tenemos problema en asumir que la política exterior es importante, pero quizá con un referéndum que pueda sacar de la UE al Reino Unido, con la situación en Austria, donde la extrema derecha casi gana las elecciones, con la situación en Francia, donde buena parte de la frustración la está recogiendo el Frente Nacional, quizá los que somos europeístas deberíamos preocuparnos más de la situación de Europa, que tratar de no discutir de nuestros asuntos yéndonos a miles de kilómetros».
Mayte Alcaraz: «Pero Pablo, usted sabe muy bien que hablar de derechos humanos, hablar de que no se debe encarcelar a los opositores no es política exterior, es un modelo que repele a un demócrata y a mí me gustaría, ya que usted lo es, que reconociera que ese modelo no lo quiere para España. Es como si tuviéramos encarcelado al alcalde de Madrid porque se opusiera a Mariano Rajoy».
Pablo Iglesias: «A mí me repugna que se persigan los derechos humanos, pero usted sabe tan bien como yo que aquí sería muy difícil que ustedes me preguntaran por Marruecos donde se violan los derechos humanos».
Mayte Alcaraz: «Yo si quiere le pregunto por Marruecos, pero aquí estamos hablando de Venezuela».
Pablo Iglesias: «Claro, lo que pasa es que si hubiese que recorrer todos los países amigos de España en los que se violan los derechos humanos, probablemente no sería posible hacer una campaña electoral en España. A mí no me gusta que haya presos políticos, pero estará usted de acuerdo conmigo, que algunos de Arabia Saudí no hablan y de las relaciones magníficas que la Casa Real Española ha tenido con la Casa Real Saudí no se habla».
Mayte Alcaraz: «Ya, pero eso no justifica lo que está pasando en Venezuela».
Pablo Iglesias: «Es que algunos no hablan de Venezuela porque les preocupen los derechos humanos, porque entonces también hablarían de Marruecos y de Arabia Saudí. Hablan de Venezuela porque en España les preocupa que se hable del paro, de la desigualdad y de que en España también se incumplen los derechos humanos y que se llevan incumpliendo mucho tiempo porque la vivienda es un derecho humano. Hay ya que desterrar la hipocresía».
Mayte Alcaraz: «¿Pero Maduro persigue o no los derechos humanos?»
Pablo Iglesias: «Es llamativo que usted, a pocos días de una campaña electoral, me pregunte sólo y exclusivamente por Venezuela. Es muy reprentativo de que algunos en España no tienen nada que decir y que tienen que irse muy lejos para hablar de política.»
