Íñigo Errejón fue el representante de su partido Unidos Podemos en participar en ‘Espejo Público’ de Antena3 en la mañana de 14 de junio de 2016, posterior al debate de los cuatro candidatos, y allí viviría un agrio enfrentamiento con Luis Arroyo, asesor de Pedro Sánchez y un habitual en las tertulias —Luis Arroyo saca los colores a Errejón: «Nombrar a un militar como ministro de Defensa es bolivariano»–.
El podemita llegó con la cara de socialdemócrata y de poli bueno que han adoptado en Podemos en la campaña del 26J, especialmente para con el Partido Socialista, y eso terminó por irritar a Arroyo, que quiso interpelar a Errejón —Luis Arroyo y Óscar López le dan un revolcón a Errejón restregándole las ayudas de Irán y Venezuela a Podemos–:
Luis Arroyo: Yo le pregunto al señor Errejón, ¿qué le parecería si cuando el señor Iglesias quede segundo y va ante el Rey, mientras tanto aparece Pedro Sánchez y le pide siete ministerios y la vicepresidencia del Gobierno? No sé si usted consideraría que eso es una invitación honesta y honrada. Para ver qué podría pasar después de las elecciones.
Íñigo Errejón: Está bien la interpelación de alguien que trabaja en la campaña de Pedro Sánchez; entiendo que esa es su línea, la de haberse quedado atrapados en marzo.
Luis Arroyo: No, pero contésteme si no le importa. Yo trabajo en la campaña de Pedro Sánchez, no tengo ningún problema…
Íñigo Errejón: Discúlpeme, le voy a solicitar que no me interrumpa.
Errejón no quiso entrar en debate con Arroyo, aunque al menos sabía con quién estaba tratando, no como su compañero de partido el siempre polémico Espinar —La chulería y prepotencia de Espinar con un asesor del PSOE: «No sé quién es este señor que no me deja hablar» –.
Yo creo que el Señor Sánchez está encallado en el mes de marzo, y cuando se le pregunta qué es lo que va a pasar, se queda hablando de lo que pasó estos meses. Y hacia delante pueden pasar dos cosas, que el PP pida el apoyo por activa y por pasiva al PSOE, o que se pueda conformar un gobierno progresista, y estamos convencidos de que ese gobierno va a ser de coalición. Si pasamos las semanas que quedan discutiendo sobre los resquemores del pasado y en una maraña de reproches, perderemos una oportunidad histórica.
Aunque Susanna Griso quiso cortar el debate personalizado entre ambos, Arroyo coló su conclusión:
Lo único que quería decir es que eso ya lo podían haber hecho antes.