Hay catalanes y catalanes, pero lo del sujeto éste es para que se lo haga mirar. La escena hay que situarla el 6 de agosto de 2016, cuando la Selección Española de balonmano femenino jugaba contra Montenegro.
En el descanso del partido, la cámara recorría la grada y de repente se fijaba en un joven aficionado con la camiseta del Barcelona que ondeaba tan campante y tan despreocupado él una gran bandera española.
El mamarracho, al percatarse de la situación, suelta de golpe y porrazo la enseña que agitaba segundos antes y cogía una senyera.
La escena se produjo el mismo día que los muy manipuladores y sectarios de la televisión pública catalana, TV3, pusieron la bandera catalana a ‘Purito’ Rodríguez como si fuese un ciclista que nada tuviera que ver con España –TV3 quita a ‘Purito’ Rodríguez la nacionalidad española en los JJOO de Río-.