Ya no tiene ‘santo’. Al igual que le ha sucedido al bueno de Iker Casillas, que se ha convertido en un festival de cantadas en el Oporto tras su excelentes años en el Real Madrid y en la Selección Española, a su mujer, Sara Carbonero, parece que tampoco le van rodadas las cosas, televisivamente hablando.
El rostro que era todo un filón para Telecinco antes de irse a tierras portuguesas para estar al lado de su esposo, se ha convertido por arte de magia en un negocio ruinoso a tenor de los resultados obtenidos la pasada temporada con ‘Quiero ser’, un programa sobre tendencias de moda que acabó arrinconado en Divinity.
Sin embargo, Mediaset aún confiaba en su estrella y ya tenía todo listo para la segunda edición. Pero Carbonero ha pegado la espantada y ha dejado a los directivos del canal de Fuencarral colgados literalmente de la brocha.
Como cuenta ESdiario, la excusa de Carbonero se centra en problemas de agenda que nadie se cree, pero es lo que tiene el ir de diva y que, de momento, te lo permitan o que al menos te salga gratis.
En su Instagram dejó este mensaje a sus compañeros
¡Os voy a echar de menos! Una pena que esta vez no hayan cuadrado las agendas. ¡Muchísima suerte!