Juan Carlos Monedero, el fundador podemita que ahora ve los toros desde la barrera porque le tuvieron que apartar al descubrirse su gran ‘pufo’ con Hacienda, se dedica a malmeter en el conflicto Iglesias-Errejón en Podemos y a intervenir semanalmente en ‘Las mañanas de Cuatro’ para cargar contra Albert Rivera. El podemita Monedero se pasa de la raya con Albert Rivera: insinúa que esnifa cocaína.
Y no iba a ser menos este 10 de noviembre de 2016, cuando a pesar de que la noticia del día eran los coletazos de la elección de Donald Trump como presidente de Estados Unidos, a Monedero le pareció buena idea decir que Rivera es como Trump, y ya que estaba, comparar al propio Rivera o a Mariano Rajoy con el mayor dictador del siglo XX, Adolf Hitler:
Albert Rivera era vendedor de preferentes mientras que Donald Trump es jefe. Y le pasa como a Hilary Clinton, que de tanto obedecer a los banqueros la gente al final prefiere a los verdaderos jefes. Y yo entiendo que Rivera que viene de trabajar en la banca y ser subordinado a esos comportamientos, yo entiendo que que le guste Trump pero que también intente alejarse. Aunque si uno analiza las políticas de Ciudadanos, coinciden plenamente con las de Donald Trump.
Veía Monedero en el transcurso de su discurso con Javier Ruiz que no había sido aún lo suficientemente grueso, y pensó que tenía que dar un paso más:
El zasca brutal de Rita Maestre a Monedero para que no se haga líos.
La ultraderecha emergente en Europa va a hacer políticas no muy diferentes que las que hace la mediocre coalición de España. Al tiempo que agitaba el fantasma de los judíos, Hitler pactaba con los grandes capitales. Es la gran trampa del populismo de derechas que representan Trump, Rivera o Rajoy […] Defienden las políticas del Ibex 35 y que justifican los despidos, las reformas laborales que hacen que la gente no llegue a fin de mes».
No salía de su asombro Ruiz y preguntaba: «Monedero… Monedero, ¿me estás comparando a Rivera o a Rajoy con Hitler?» Sin ruborizarse mucho insistía el podemita:
Pues claro, ¡pues claro!