Montoro vuelve a estar en el ojo del huracán mediático tras tocar al alza una serie de impuestos indirectos y estallar el caso ‘Fútbol Leaks’. El ministro de Hacienda, desde luego, no es de los más populares y hasta provoca que periodistas alejados de los postulados de Podemos compren sus argumentos cuando critican al responsable del fisco español.
La noche del 14 de diciembre de 2016, en el plató de ‘El Cascabel’, el jefe de opinión de ABC, Jaime González, sorprendió al mismísimo presentador, Antonio Jiménez, cuando éste le escuchó apoyar el viajecito que el miembro de En Comú Podem Xavier Domenech le soltaba a Montero.
El político catalán de una de las confluencias que apoyan a Pablo Iglesias aseguraba que:
El caso ‘Fútbol Leaks’ ha destapado un mal endémico en nuestro sistema y en nuestro país y es que mientras la mayoría de la carga fiscal recae sobre las rentas del trabajo , las grandes fortunas de este país, sistemáticamente, muestran casos de evasión fiscal. De hecho, 34 de las 35 compañías del IBEX tienen empresas en paraísos fiscales mientras la Agencia Tributaria dedica el 80% de sus recursos a perseguir el pequeño fraude fiscal. Ante eso, queríamos saber qué políticas puede hacer este Gobierno que no sean siempre políticas al servicio del IBEX 35.
Sorprendentemente, González compraba el argumento:
En relación con el argumento que exponía el portavoz de En Comú Podem creo que en parte tiene razón. ¡No me he vuelto loco, ehh, no me he vuelto loco!
Antonio Jiménez aprovechaba y saltaba:
¡Se nos ha hecho podemita!
Y Jaime González explicaba su postura:
Todo el mundo sabe lo que quiero decir. Ha habido un acoso, en ocasiones excesivo, sobre amplios sectores de la clase media en relación con la fiscalización que nos ha hecho a muchos colectivos la agencia tributaria y otros colectivos se han ido de rositas. Buena parte de esto que estoy diciendo la culpa la tiene el propio señor Montoro que en sede parlamentaria sacaba mucho el dedo y señalaba y decía eso de ‘usted forma parte de un grupo de comunicación que también está siendo objeto de no se qué’. El dedo de Montoro tiene consecuencias.
