El dueño de Inditex siempre fue blanco habitual de la demagogia podemita. Pablo Iglesias, incluso, llegó a afirmar que lo suyo era terrorismo. Y el independentista Gabriel Rufián le tiene siempre en sus oraciones–El repugnante tuit del separatista Gabriel Rufián contra Amancio Ortega le acaba pasando factura–.
Pero la realidad es que Amancio Ortega ha vuelto a ser noticia por donar a través de su fundación 320 millones de euros que irán destinados a las arcas de la sanidad española para comprar 290 mamógrafos y equipos de radioterapia de última generación–Amancio Ortega dona más de 300 millones a la sanidad pública para luchar contra el cáncer–.
Oye @Pablo_Iglesias_ hoy no hablas de Amancio Ortega, ese al q llamas «terrorista» y q ha donado 320mill € para oncología? #AmancioOrtega pic.twitter.com/XvNmplO3iY
— Junts Pel Circ (@JuntsPelCirc) 29 de marzo de 2017
Lo tarde que es y todavía Gabriel Rufián no ha escrito su tuit sobre Amancio Ortega y Bangladesh pic.twitter.com/eTE2F2J4pm
— Pablo Haro Urquizar (@pabloharour) 7 de septiembre de 2016
La decisión del empresario gallego se ha visto con cierta controversia por parte de algunos sectores, lo que para el presentador de ‘Cuarto Milenio’ es una clara muestra de un «gen deforme»–‘Pablenin’, ¿ya no te acuerdas cuando llamaste terrorista a Amancio Ortega?–.
Estoy convencido que tenemos un gen deforme, un gen raro. No puede ser que se critique a alguien que done
¿Cómo se pueden poner excusas y discutir esto? 50.000 millones de pesetas, ¿y pensáis que es para lavar su imagen? Esto no es un fenómeno puntual. La envidia al rico.
En España sale alguien bueno y palo, alguien hace algo y palo. No hay cosa peor que la mezquindad. No es ni siquiera envidia, es mezquindad. Hay gente que no está contento nunca con nada, que piensa que él haría las cosas mejor.
Para esa gente nada es bueno, porque él lo haría mejor. Lo que hay que hacer es luchar contra ese gen. Piense en los niños, y piense en todo el choriceo que hay, y ahora viene alguien a dar dinero y nada, a criticarle. Nos creemos mejor, claro, como estamos debajo…admitamos que hay gente que tiene un espíritu mejor que nosotros.