Mientras los catalanes hacen largas colas para votar y tratar algún tipo de reconciliación, los que tengan puesta TV3 lo tendrán un poco difícil, porque Ramón Pellicer ha tenido durante la primera hora a varios tertulianos con pocas ganas de buen rollo y más de victimismo–¡Qué ‘grande’ eres, Soraya! TV3 revienta la jornada de reflexión con un sondeo favorable a ERC–.
Los tertulianos representantes de Junts per Catalunya y ERC han puesto toda la carne en el asador en su especialidad: el victimismo y presentar a España como un país que reprime a Cataluña con el apoyo de los catalanes no independentistas–La pirómana de TV3 Empar Moliner falta el respeto a Inés Arrimadas y la imita como si fuera una vendedora de la Teletienda–.
«En España dicen que te dejan ser independentista, pero si eres independentista e intentas la independencia ya es ilegal» (…) «Mientras el Estado español tenga más fuerza y más aliados internacionales nunca podremos ganar, para ellos todo es una cuestión de fuerza y poder»–Un presentador de TV3 habla de España como un Estado represor con presos políticos que persigue a ‘humoristas, tuiteros y sindicalistas’—
La tertuliana Marina Llansana, que llevaba el lazo amarillo, antes en ‘Avuí’, ahora en ‘Ara’ y ex dirigente de ERC, hacía una división por bloques, que ni siquiera era entre independentistas y no independentistas, era directamente entre buenos y malos–Telebasura victimista en TV3 con una bochornosa encerrona a Carlos Carrizosa (C’s) con el bufón Toni Albà–:
«No son unas elecciones por un partido u otro, son unas elecciones para reivindicar la libertad y la democracia frente a los golpes de porra, la gente tiene que decidir entre los que están a favor del 155 y los golpes de porra y los que no».
Maniqueismo por antonomasia. Da gusto que desde la televisión pública en una jornada de votación democrática se oigan mensajes tan reconciliadores…–El director de TV3 se cabrea como una mona con García Albiol porque el PP catalán quiere meter la tijera en su sueldo–.
El jefe de la tv3 se pone hecho una furia con Albiol porque el PP le quiere bajar el sueldo