"La campaña me dolió en lo personal, pero se equivocaron en lo político"
El hombre más señalado de la política nacional en los últimos meses, el podemita Íñigo Errejón, inspirador de la corriente colaboracionista’ de su organización -los llamados errejonistas– sigue manteniendo su tesis allá por donde va y en plena guerra interna de los pablistas contra él. La incongruencia de los votantes de Podemos: ven a Errejón más capacitado pero prefieren a Iglesias de líder.
Este 10 de enero de 2017, Errejón se tomó un café con Susanna Griso en el espacio ‘Espejo Público’ de Antena3, y allí respondió a todo tipo de preguntas pero con atención predominante a las referidas a su conflicto frontal con su secretario general, Pablo Iglesias. Miguel Urbán cree que Iglesias y Errejón actúan como niños:
Tenemos que aprender a conciliar las dos cosas; ser amigos y ser secretario general y secretario político. Pero a la gente le da igual si somos más amigos o menos, quieren que Podemos sea útil para ellos. Y esa es la discusión, que por encima de nosotros está el proyecto.
Griso aprovechó que se encontró con un Errejón casi abierto en canal, reconociendo las cosas que le han hecho daño y que no todo es como antes con Pablo Iglesias, al que sigue considerando su amigo, pero conocedor de que tiene un entorno dañino.
Así valoró el pasaje de la pasada Nochebuena en la que sufrió una auténtica campaña en Twitter de sus propios compañeros de partido, que promocionaron el hastag #ÍñigoAsíN. «Hay quien dice que a usted se le hizo bullying desde el propio Podemos», preguntaba la presentadora. El verdadero ‘leño’ de Iglesias cierra el pico para no seguir haciendo más sangre en la guerra podemita:
Desde una parte, desde una parte del entorno más cercano a Pablo, que no Pablo. A mí eso no me gustó, me dolió en lo personal, y en lo político me produjo una sensación rara, porque eso nos desconecta de nuestra gente. Porque que el día de Nochebuena haya compañeros que a los que se están dedicando es a señalar a quien creen que sobra o a intentar corregir a otros, es una mala señal.
Fue un error, porque si lo piensas, la justificación era que se tienen que dejar de airear las cuestiones hacia fuera, así que entonces hago una campaña en redes para señalar a un compañero. No fue una buena decisión. Pablo no participó, pero alguna gente de su entorno se equivocó y les ha pasado factura.